Sanciones petroleras nublan el ya sombrío horizonte económico de Venezuela

Sanciones petroleras nublan el ya sombrío horizonte económico de Venezuela

Fotografía de una avenida este lunes, en Caracas (Venezuela). La Venezuela que el 10 de enero comienza un nuevo sexenio presidencial arrastra problemas en economía, infraestructura, servicios públicos, salud, educación e instituciones, entre otros, que obstruyen el camino hacia una recuperación sostenida y que, por tanto, supondrán los principales desafíos para el período 2025-2031. EFE/ Ronald Peña R.

 

En una economía como la de Venezuela pequeña, abierta y muy debilitada por décadas de inestabilidad política, económica y social– los efectos de la restitución de las sanciones petroleras y financieras anunciada por el nuevo gobierno estadounidense van a tener un impacto profundo y duradero.

Por The Conversation





Ahora, además, se añaden nuevas restricciones al comercio con terceros países (“aranceles secundarios” los ha llamado Donald Trump) y el retorno forzado de cientos de migrantes que difícilmente podrán ser absorbidos por la economía interna.

Suspensión y caída

El sector petrolero representa más del 15 % del PIB total de la economía venezolana, y el peso de las exportaciones petroleras en las exportaciones totales es de un 80 %. Con estos datos, es evidente que estamos en presencia de un choque negativo extraordinario que, desde luego, perturbará el nivel de la actividad económica interna y el ya muy deteriorado nivel de bienestar social.

La suspensión de las operaciones de Repsol, ENI y Chevron Corporation –por citar algunas de las operadoras extranjeras más importantes– hará caer la producción de hidrocarburos entre un 20 y un 30 %. Y los ingresos externos asociados a las exportaciones petroleras, entre un 35 y un 38 %.

En lo inmediato, se espera que –en el mejor de los escenarios– el producto interno bruto caiga entre un 2,5 y un 3,5 %, cuando en la última década el mercado interno de Venezuela se ha reducido un 70 %.

Mal momento global

El comportamiento esperado de la economía global tampoco será favorable. Confluyen una previsión de crecimiento económico moderado, la tendencia a la baja de los precios del petróleo, la mayor oferta y mayor competencia en el sector de la energía, y la profundización de las políticas proteccionistas. La agresiva alza de aranceles anunciada desde el gobierno de EE. UU. se traducirá en menores volúmenes de comercio internacional y mayores presiones inflacionarias globales.

Para leer la nota completa ingrese AQUÍ