
El magnate petrolero Harry Sargeant III es un donante republicano reconocido por sus esfuerzos clandestinos para moderar las hostilidades entre Estados Unidos y Venezuela. El viernes, la administración Trump ordenó a su empresa comercializadora de petróleo abandonar el país sudamericano.
Por Patricia Garip y Collin Eaton | The Wall Street Journal
Global Oil Terminals, parte de un conglomerado de Florida propiedad de Sargeant, es la segunda petrolera estadounidense en perder la autorización para operar en Venezuela, después de que Chevron recibiera una notificación similar el mes pasado.
Ambas compañías tienen hasta el 27 de mayo para cerrar operaciones.

Se sabe que Sargeant juega al golf en el club Mar-a-Lago de Trump un día y vuela a Caracas al siguiente. Ha ayudado a negociar acuerdos para profundizar la relación comercial de Estados Unidos con Venezuela, país que posee algunas de las mayores reservas mundiales de petróleo y gas. El presidente Nicolás Maduro es conocido por llamar a Sargeant “abuelo”.
Desde que recibió su licencia principal en mayo de 2024, Sargeant’s Global Oil ha cargado regularmente cargamentos de petróleo pesado producido en el oeste de Venezuela. Parte del suministro se utiliza para pavimentar carreteras estadounidenses. Las tres licencias de la compañía en Venezuela fueron revocadas.
En una carta enviada a Global Oil y vista por The Wall Street Journal, el Departamento del Tesoro indicó que todos los pagos a entidades venezolanas deben completarse antes del miércoles. El ajustado plazo de pago implica una retirada más inmediata, según declaró Sargeant al Journal en un intercambio de mensajes.
El gobierno de Trump asumió el cargo en enero mostrando su disposición a colaborar con el gobierno venezolano, rompiendo con las sanciones petroleras de “máxima presión” que Trump impuso durante su primer mandato.
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