
Hoy 27 de febrero, la ciudad de Punto Fijo, en el estado Falcón, arriba a sus 55 años de vida municipal, aunque su historia comenzó mucho antes por ser la puerta de la industria petrolera en la Península de Paraguaná.
lapatilla.1eye.us
Hoy sus habitantes en la celebración de otro aniversario de la urbe falconiana solo piden mejoras en los servicios públicos.
“No es posible que Punto Fijo sea la ciudad principal de Paraguaná y vivamos sin luz, el agua llegue cada 20 días o un mes, que no haya nada en los hospitales, las avenidas oscuras y llenas de huecos que viven causando accidentes, las plazas medio pintadas, no hay paradas de autobuses, lo poco que se hace es por autogestión de las mismas comunidades”, dice Antonio Medina desde la plaza José Leonardo Chirino en el centro de la ciudad.
“Punto Fijo hermosa majestad, acompañas al sol naciente que ilumina la siembra caliente, de la historia de una gran ciudad”, dice el himno escrito por Manuel Petit, un músico de la que se convirtió en la principal ciudad de Paraguaná debido al empuje de su gente por mantener las costumbres y conservar el trabajo pesquero, pese a tener las dos refinerías más grandes y fructíferas de Venezuela, las cuales generaron un crecimiento tan importante a finales del siglo pasado que la hizo posicionarse como un destino importante para el turismo nacional e internacional.
Sin embargo, la falta de cuido, mantenimiento y de inversión para generar empleos de calidad, la han puesto en un lugar oscuro.
Aunque su gente trabaja día a día para buscar devolverle la vida de tiempos pasados, no se puede lograr si no se unen el sector público y privado.
“Hoy amanecimos sin luz, como la mayoría de los días en Punto Fijo. Tenemos 55 años de vida municipal, somos la entrada del turismo caribeño con Aruba al frente, pero no hay interés en darnos servicios públicos estables”, dice Martiza Bueno, habitante de la ciudad.
Además, las principales avenidas están oscuras y llenas de huecos, como la bajada de Guaranao o la intercomunal Alí Primera, que siempre está alumbrada por pedazos.
Han ocurrido muchos accidentes de tránsito por las precarias condiciones de las vías: las motos caen en los huecos y se deslizan, o los semáforos dañados confunden a los conductores y se generan colisiones.

Resiliencia ciudadana
Los trabajadores petroleros, que levantaron la industria, les adeudan sus sueldos desde hace más de dos años y no ven solución a corto o mediano plazo.
Los pescadores diariamente luchan contra los derrames de crudo y gas de las tuberías de Pdvsa que cruzan el Golfete de Coro, y los comerciantes buscan alternativas para palear la falta de energía eléctrica y agua, lo que se traduce en precios más altos que no son asequibles para los visitantes.
“Pese a todos los problemas que enfrentamos a diario y como vemos que cae la economía, la ciudad abandonada, sin insumos en los hospitales, nosotros salimos a trabajar a diario, con la frente en alto, con la humildad y el cariño que nos caracteriza a los habitantes de la ciudad del viento, como nos llaman. A veces reparamos las cosas nosotros mismos. Entre vecinos compramos cemento y tapamos un hueco, alumbramos además los frentes de nuestras casas para opacar la oscuridad que nace en los postes de alumbrado, y limpiamos las calles de ser necesario”, dice una vendedora informal en el centro de Punto Fijo.
Omar Cuello, un transportista de la ciudad, recuerda cómo eran “los tiempos de oro” con la Zona Libre de Paraguaná.
“Cualquier persona que quisiera trabajar, lo hacía porque con vender chupis en el centro ya te iba bien. Había mucho movimiento, éramos referencia nacional. Aquí se veía gente de todos los estados comprando. Punto Fijo necesita eso nuevamente para poder levantarnos. Nosotros seguimos en pie de lucha. Ojalá las cosas mejoren pronto, porque al mejorar la ciudad, mejora la calidad de vida de todos nosotros. Aquí la gente trabaja y eso está demostrado, solo falta intención”.
La alcaldía de Carirubana, junto al Concejo Municipal, harán actos protocolares en el Día de Punto Fijo, que fue decretado de júbilo laborable.