Persecución, censura y terror: así es el panorama que se vive en Delta Amacuro

Persecución, censura y terror: así es el panorama que se vive en Delta Amacuro

 

Como un lugar apacible y tranquilo donde viven personas de corazón noble y trabajadoras: así describen a Tucupita, la capital del estado Delta Amacuro, algunos de sus habitantes.





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Sin embargo, sienten temor de expresarse u opinar sobre los problemas que afectan sus comunidades, denunciar hechos de corrupción y mucho menos se atreven a cuestionar el supuesto “triunfo” de Nicolás Maduro en las elecciones presidenciales del 28 de julio de 2024.

Esta pequeña ciudad, al noroeste de Venezuela, cuenta con unos 130.598 habitantes. Una gran parte de la población integra la nómina de la administración pública, mientras que otro porcentaje menor labora en pequeñas y medianas empresas, o se dedica a la economía informal.

El equipo de lapatilla.1eye.us entrevistó a un periodista que ejerce su profesión en la región desde hace 10 años aproximadamente.

 

Cuenta que en sus inicios haciendo diarismo para un periódico local que dejó de circular, las personas eran más abiertas a conversar y dar su opinión referente a la situación del país, a las fallas de servicios en su comunidad y otros aspectos, pero el panorama comenzó a cambiar cuando desde organismos gubernamentales aplicaron represalias en contra de quienes se quejaban.

“Recuerdo un caso de una señora que llamó a la radio para denunciar fallas en el suministro de agua y denunciar al chofer de una cisterna de agua que le estaba cobrando un monto excesivo por abastecer sus tanques. Pues a los días a la señora la obligaron a renunciar a su empleo”, dijo el comunicador, que pidió fuera resguardada su identidad.

El comunicador cuenta que ese hecho sirvió como advertencia para quienes quisieran hacer lo mismo. En otros casos, les quitaban la bolsa del Clap, suspendían los sueldos o eran desmejorados en sus empleos.

“Luego, las personas decían lo que les pasaba, pero no dejaban que les tomaran fotos, o si grababa, pedían que no dijeran su nombre (…) Pensé que era así en todas partes hasta que hice cobertura en otros lugares, y no, la gente no tenía miedo como en Tucupita. La gobernadora (Lizeta Hernández) es tajante y agresiva con quien le incomoda”, dijo.

Censura en los medios

Las emisoras de radio predominan en la ciudad, por su inmediatez y alcance. Este medio es el predilecto y uno de los más utilizados por los deltanos para enterarse del acontecer diario y denunciar las fallas de los servicios públicos a través de algunos programas de opinión, pero actualmente “los teléfonos han dejado de sonar”, afirma el dueño de una emisora de la ciudad.

Continúa diciendo: “Los únicos que tienen licencia para no solo opinar, sino lanzar amenazas, insultos e improperios son los chavistas. Los demás no pueden decir nada, porque inmediatamente te mandan a buscar con el Sebin, te cortan la luz o te cierran la emisora”.

Asimismo, considera que la libertad de expresión se ejerce con muchas limitaciones. “Te dejan pasar complacencias y saludos, pero jamás decir lo que el pueblo padece”, finalizó.

Lizeta Hernández, gobernadora de Delta Amacuro, junto a los colectivos armados/ Foto cortesía @lizetadelta

 

Un político, que declaró en forma anónima para este reportaje, asegura que “el arma represiva del régimen en estos momentos tiene otra configuración: ya no es sólo despedir a las personas de sus cargos o quitarles la bolsa del Clap, sino que amenazan, quitan la luz a los medios de comunicación o el cobro excesivo de las facturas del servicio eléctrico, y a los medios no les ha quedado más que aceptar esta intimidación. No hay un medio local que cuente lo que realmente pasa en Delta Amacuro”, señaló.

“La gente está aterrorizada porque ya ellos (los chavistas), se quitaron las caretas, ya la gente sabe de todas las estructuras criminales que operan en el Delta y de todos los negocios ilícitos que hay. A esto le sumamos los grupos paramilitares que tiene Lizeta Hernández, que son el grupo de colectivos que se encapuchan, usan ropa negra y andan de 30 a 40 motos atemorizando a la gente”, denunció el dirigente.

Aquí se observan a miembros del Psuv y Jpsuv de Delta Amacuro junto a los miembros de los colectivos

 

Asedio a opositores

Actualmente, un total de 10 políticos y personas cercanas al partido Vente Venezuela están siendo perseguidas en Delta Amacuro, según cifras ofrecidas por una fuente anónima.

Comentó que hasta su familia están siendo asediada por el Sebin y los colectivos.

Por su parte, otro dirigente político, que por su integridad no reveló su identidad, denunció que miembros de su familia son perseguidos constantemente por el Sebin.

“Mi esposa y mis hijos tienen traumas. Cuando intentaron capturarme en mi casa, ellos presenciaron nuestro escape. A mi esposa adonde va, la siguen agentes encubiertos del Sebin. Si ella va al trabajo o a comprar, la vigilan. Nosotros no hemos cometido ningún delito y tampoco nuestros familiares. Vivimos un terror constante y tenemos que lidiar diariamente con esto todos los que estamos pasando por una situación similar”.

Detalló que, además, ha sido acosado en diferentes oportunidades. “He recibido amenazas por las redes sociales a través de cuentas anónimas. Me han dicho que me va a caer la operación tun tun”.

Esta investigación recopila algunas de las violaciones de los derechos humanos que ocurren en Tucupita, que a pesar de que es una región que no está en la agenda informativa, no la exime de la represión y abusos a la que está sometida por parte de organismos policiales y gubernamentales.