El futuro de Daniel Sancho continúa siendo de lo más incierto. Condenado a cadena perpetua por el asesinato y desmembramiento de Edwin Arrieta -crimen que tuvo lugar en agosto del 2023 en Tailandia-, el hijo de Rodolfo Sancho y Silvia Bronchalo todavía mantiene su esperanza al no tratarse de una sentencia firme, aunque todo apunta a que la justicia del país asiático no dará su brazo a torcer.
Por as.com
Cabe recordar que el magistrado tailandés consideró que el joven no solo actuó bajo premeditación sino que también ocultó y destruyó la documentación de la víctima con el claro objetivo de no ser localizada. Además, fijó una indemnización a la familia del cirujano colombiano de 106.000 euros que todavía no ha abonado. En medio de todo esto, la defensa sigue manteniendo la esperanza, creyendo “firmemente” en la posibilidad de que sea trasladado a España tras presentar el último recurso.
Los grandes errores de Daniel Sancho
A pocos días de que este documento se presente -el plazo expira el 29 de enero-, el psicólogo forense y criminólogo Vicente Garrido analiza en el pódcast de Jordi Wild una de las cuestiones más polémicas de este mediático caso. “Una cuestión que me llama a mí la atención de este caso es que creo que hay, por parte de él, una apreciación inadecuada del contexto en el que se estaba desenvolviendo”, dice.
Este experto hace hincapié en que el hijo de Rodolfo Sancho cometió el macabro crimen en Tailandia, un país donde las leyes son duras y muy estrictas y donde todavía se contempla la pena capital. “Yo creo que él penso que, por el hecho de estar en Tailandia, la policía no era efectiva o capaz y que realmente deshaciéndose del cadáver no iba a sufrir consecuencias”, sigue diciendo Garrido.
“Otro error a la hora de entender el contexto es desconocer que en esos lugares mucha gente va a los sitios donde se depositan basura porque algunos viven de eso. Pero claro, él no sabía que hay cientos de personas todas las mañanas rebuscando”, añade en alusión al comportamiento de Daniel Sancho durante las horas posteriores al asesinato del cirujano.
“Él tenía la fantasía de que ahí no iba a pasar nada, que era un lugar exótico. Yo creo que eso fue una mala interpretación que al final tuvo el resultado de que le detuvieran”, concluye.