El empleo del poder ejecutivo por parte del presidente Donald Trump para impulsar políticas radicales produjo inmediatamente reproches y amenazas de impugnaciones de parte de los políticos y defensores de Nueva York, que se espera sea uno de los objetivos principales de la “deportación masiva” prometido por el republicano.
Por El Diario NY
Entre la avalancha de órdenes ejecutivas que se espera que firme el magnate neoyorquino se encuentran las relacionadas con la inmigración y la frontera sur, incluyendo terminar con la ciudadanía por derecho de nacimiento y otra que suspende la capacidad de pedir asilo en Estados Unidos por al menos cuatro meses.
“Se detendrá inmediatamente toda entrada ilegal y comenzaremos el proceso de devolver a millones y millones de extranjeros criminales a los lugares de donde vinieron“, expresó Trump en su discurso inaugural en el Capitolio el lunes.
Los textos completos de dichas órdenes no estaban disponibles de inmediato, pero varias de ellas son legalmente dudosas, incluida la que trataría de poner fin a la ciudadanía por nacimiento, un derecho consagrado en la Constitución de Estados Unidos.
Asimismo, el impulso para eliminar el acceso al asilo en la nación es probable que provoque desafíos legales, ya que ese derecho está protegido tanto por las leyes del país como por las internacionales.
De hecho, antes de que Trump hablara en el Capitolio, las amenazas legales no se hicieron esperar a las partes interesadas en la ciudad de Nueva York, que tiene a más de 500,000 inmigrantes irregulares bajo su cuidado.
“Estamos listos una vez más para luchar contra la crueldad de Trump en los tribunales, la Legislatura y en las calles“, manifestó la directora ejecutiva de la Unión de Libertades de la Ciudad de Nueva York, Donna Lieberman, quien además señaló que su grupo, así como su organización matriz, la Unión Estadounidense por las Libertades Civiles, batallaron con éxito varias políticas de inmigración durante su primer mandato.
El presidente de la Coalición de Inmigración de Nueva York, Murad Awawdeh, cuyo grupo ayuda a ofrecer servicios a decenas de miles de migrantes, en su mayoría provenientes de América Latina, que llegaron a la Gran Manzana en la primavera de 2022, indicó que el plan de poner fin al acceso al asilo es particularmente preocupante.
En este sentido, muchos de los recién llegados a Nueva York esperan pedir asilo con el alegato de que huyen de los problemas políticos y la violencia en sus respectivos países de origen, informó Daily News.
“No se trata de seguridad, se trata de crueldad. Estaremos menos seguros con sus acciones”, apuntó Awawdeh. “Los estadounidenses que enfrentan una crisis de asequibilidad tendrán que hurgar más en sus bolsillos, y todos estaremos peor debido a sus políticas miopes”.
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