En Astoria, Queens, una pastelería endulza los días y también inspira con su historia. Jhoan Estupiñan, un emprendedor venezolano, encontró en sus increíbles obras de arte comestibles los pilares para construir un nuevo comienzo. Su pasión, forjada en los hornos de una empresa familiar en Táchira, tomó forma en Nueva York con la creación de Jhoanes Bakery & Coffee, un espacio que desborda sabores memorables.
Tras años de sacrificios, largas jornadas de trabajo, un profundo amor por su oficio y un sinfín de aprendizajes en La Gran Manzana, Jhoan encontró la fórmula para triunfar en un mercado competitivo. Con recetas que combinan la esencia de la repostería latina y la elegancia europea, conquista paladares y demuestra que materializar un sueño, como los buenos postres, requiere dedicación, asumir riesgos y una pizca de innovación.
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Desde pequeño, Jhoan vivió entre moldes, batidores y sacos de harina. “Siempre estuve inmerso en el negocio familiar. Mi mamá, Ayari Estupiñan, fundó Repostería La Magia en 1999, una empresa que vendía insumos para panadería y pastelería, y además tenía salones para clases de repostería”, recordó con nostalgia.
Esa empresa familiar no solo lo introdujo al arte del azúcar, sino que despertó una pasión que lo acompañaría toda la vida. “Ahí empezó mi conexión con este mundo”, compartió a La Patilla.
“Desde niño veía a mi mamá llevar decoradores profesionales, especialmente de Bogotá, para trabajar en su empresa. Yo estaba ahí, observando cómo transformaban ingredientes en obras de arte. Poco a poco eso despertó mi pasión. Tenía apenas 12 o 13 años, pero ya sabía que quería dedicarme a esto. La pastelería se convirtió en mi manera de expresarme”.
La Venezuela que vio crecer a Jhoan también fue la que lo empujó a partir. En 2018, las dificultades económicas y la inseguridad hicieron insostenible mantener el negocio familiar. “Fue cada vez más difícil encontrar materia prima, lidiar con los constantes cambios de precios y, además, enfrentar la inseguridad. Decidimos emigrar buscando estabilidad y oportunidades, con el sueño de seguir creciendo en un lugar donde pudiéramos construir un futuro mejor”, explicó.
Una pasión hecha postres
Así fue como Nueva York, con sus luces y promesas, se convirtió en el destino. Pero el camino no fue sencillo. Adaptarse a la Gran Manzana implicó extenuantes jornadas y un esfuerzo inquebrantable.
“Nueva York siempre me fascinó. Es una ciudad vibrante, llena de oportunidades, pero también un lugar que te exige mucho. Aunque adaptarse nunca es fácil, siempre fui trabajador y luchador, lo que me ayudó a integrarme rápidamente. Mis primeros empleos fueron en pastelerías y restaurantes, donde aprendí cómo se manejan los negocios aquí. Trabajaba largas horas, pero nunca dejé de soñar en grande. Agradezco a las personas que me apoyaron en este inicio porque fueron clave para llegar donde estoy hoy”, relató Jhoan.
El criollo acumuló experiencia trabajando en restaurantes y panaderías de Nueva York. Esos años le permitieron conocer a fondo el ritmo de la industria. Con ese ímpetu, nació Jhoanes Bakery & Coffee, un espacio donde se mezclan la elegancia de la pastelería francesa y el alma de la repostería latina. “Quería algo más grande, un lugar donde pudiera combinar todo lo que amo. Astoria es un lugar multicultural, y eso encaja perfectamente con la visión de Jhoanes. Es el primer paso hacia algo mucho más grande”, comentó.
Pero emprender tampoco ha sido tarea fácil. Este tachirense enfrentó un sistema desconocido, aprendió sobre leyes, permisos y créditos, y se lanzó al mundo de los negocios con determinación. “Un negocio es como un bebé: requiere atención constante, y con el tiempo se aprende a manejarlo”, indicó.
Una pastelería auténtica
El chef supo destacarse en un mercado competitivo gracias a una fórmula que combina calidad, servicio y creatividad, es así como cada detalle está diseñado para sorprender al cliente. “Desde un croissant artesanal hasta tres leches que te transportan. Jhoanes Bakery & Coffee no es solo una pastelería, es una experiencia. Nos enfocamos en la excelencia y en ofrecer algo único”. La oferta no estaría completa sin el café, una armonía exclusiva que se ha convertido en una insignia del negocio.
El apoyo de su esposa, Disbel Quintero, también es un ingrediente esencial en su receta para el éxito. “Es mi compañera en cada paso, mi consejera, y una persona increíblemente trabajadora. Sin ella, ni Chef Jhoanes ni Jhoanes Bakery & Coffee existirían. Su profesionalismo y amor han sido fundamentales para convertir este sueño en realidad. Siempre trabajamos en equipo, y cada logro es también suyo”, confesó.
La dedicación de ambos se convirtió en el motor que impulsa el crecimiento de la pastelería y precisamente, el trabajo en equipo y afecto desmedido se refleja en todo lo que hacen.
Y aunque los postres son el alma de Jhoanes Bakery, la oferta va mucho más allá. El menú incluye desayunos, brunch, hamburguesas y platos innovadores como el Yuca Benedict, diseñados para satisfacer cada antojo en cualquier momento del día.
“No basta con soñar”
“Soy emprendedor, apasionado y creativo”, afirmó Jhoan con la certeza que deja al descubierto a un venezolano plenamente orgulloso de haber construido su pastelería desde cero. En un mercado tan competitivo como el neoyorquino, su historia es una combinación de arduo trabajo y determinación, una receta que, como él también aseguró, no puede faltar para quienes aspiran a cumplir sus sueños.
“Constancia, perseverancia y acción. Siempre digo que no basta con soñar, hay que ejecutar. Hay que estar dispuesto a trabajar duro, cometer errores y aprender de ellos. La clave está en obsesionarte con tu proyecto y darle todo tu esfuerzo”.
El 2025 se presenta como un año crucial para Jhoanes Bakery & Coffee. Aunque muchos esperarían una rápida expansión, Jhoan tiene los pies en la tierra y espera fortalecer su marca aún más para consolidarse como una referencia en Astoria. “Aunque tenemos sueños de expansión, por ahora queremos asegurarnos de que nuestro ‘bebé’, como llamamos a Jhoanes Bakery & Coffee, crezca de manera sólida”.
Jhoanes Bakery & Coffee es un espacio que conecta a todos sin distinción de nacionalidad. Entre café y pasteles que parecen obras de arte, sus clientes encuentran un lugar donde la nostalgia se une con la esencia de “La Gran Manzana”. “Cada día es una oportunidad para aprender y mejorar”, opinó Jhoan aferrado a su talento y a una superación sin límites.