Semana: Donald Trump, la llegada del magnate a la Casa Blanca promete reconfigurar el mundo

Semana: Donald Trump, la llegada del magnate a la Casa Blanca promete reconfigurar el mundo

| Foto: SEMANA

 

El único triunfo más sorprendente en la historia de Estados Unidos después de que Donald Trump derrotó a Hillary Clinton fue la reciente victoria indiscutible del magnate frente a Kamala Harris. En la primera ocasión, Trump se había mostrado como un populista de derecha, sin pelos en la lengua, que decía imprudencias y exageraciones. En la nueva elección mostró más de lo mismo y cargó con un prontuario judicial que hacía parecer imposible que la mayoría del pueblo norteamericano lo eligiera por segunda vez. Pero no ocurrió así y arrasó.

Por Semana

Algunos de los delitos de los que se le acusa podrían ser superables. Por ejemplo, tener en su residencia en Mar-a-Lago documentos clasificados o las irregularidades en sus declaraciones de renta. Otros no eran mortales, aunque eran impresentables, como el pago de sobornos a cambio del silencio de sus escándalos sexuales con actrices porno y conejitas Playboy. Eso para no mencionar que también fue acusado y condenado por violación, aunque el caso está en apelación.

No obstante, había uno que sí parecía mortal: la toma del Capitolio, ocurrida el 6 de enero de 2021. En un país tan institucional como Estados Unidos, ver hordas trumpistas irrumpiendo en esa cuna sagrada de la democracia, rompiendo vidrios y puertas, en un asalto que tuvo muertos y heridos, era impensable. Más grave aún si la razón de ese atentado tenía como origen la mentira inventada por el presidente de que le habían robado las elecciones.

Donald Trump nombró a Stanley Woodward Jr. como principal asesor jurídico y a otros aliados clave para su próxima administración (EFE/CRISTOBAL HERRERA-ULASHKEVICH/ARCHIVO)

 

Eso le produjo un segundo impeachment (proceso de destitución), que acabaría con cualquier carrera política en un país en donde en 250 años de vida republicana solo habían tenido lugar dos. El primero fue el de Andrew Johnson, en 1868, y el segundo, el de Bill Clinton por haberle mentido a la Justicia en el affaire de Monica Lewinsky, en 1998.

Nadie duda, entonces, de que Trump llega como un tornado a la Casa Blanca este lunes. Sus vientos huracanados van a sacudir con fuerza al mundo y especialmente a Colombia. Lo que ha vivido el país esta semana con la despachada pública del presidente Gustavo Petro por no haber sido invitado a la posesión es inédito, pero apenas un abrebocas. Colombia, que ha tenido siglos de una relación armoniosa de carácter bipartidista, de amistad y de cooperación con Estados Unidos, podría estar en riesgo de entrar en una era de relaciones convulsionadas con este país. Y eso puede salir muy caro.

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