José Daniel Ferrer: Prefiero morir en prisión a deber mi liberación a una negociación indigna

José Daniel Ferrer: Prefiero morir en prisión a deber mi liberación a una negociación indigna

José Daniel Ferrer. Foto: Cortesía

 

 

El opositor cubano José Daniel Ferrer García, quien fue excarcelado este jueves luego de tres años y medio en prisión, criticó a la administración Biden y al Vaticano por la forma en que manejaron el acuerdo con el régimen que llevó a la liberación de 553 presos políticos.

Por CiberCuba

En entrevista con el diario español El Mundo, Ferrer expresó que desde el punto de vista humanitario le alegra que los presos salgan de esa situación, pero que a la vez siente vergüenza del convenio.

“Por los términos del comunicado publicado por el régimen pareciera que les acaban de derrotar en tres rounds, como que por casualidad decidieran regalarles la libertad a los 553 presos. Si Biden y el Vaticano no desmienten esto le seguirían el juego (…). Se jactan de que tanto Washington como el Papa han hecho su voluntad. Les han faltado al respeto”, enfatizó.

 

En declaraciones a NTN24, el líder de la Unión Patriótica de Cuba (UNPACU) dijo que no siente ninguna gratitud hacia ningún proceso o negociación indigna que termine beneficiando a la dictadura.

“Hoy liberan 553 y dentro de tres meses encarcelan cinco mil más, incluyendo a muchos de los que acabamos de salir. Y entonces, dentro de tres años vuelven a liberar a 500, 200, a los que sean, como regalo al Papa que esté en el Vaticano es ese momento y a alguna administración demócrata si tendríamos alguna”, explicó.

En su testimonio a El Mundo, Ferrer relató que se enteró de su liberación este jueves por la mañana, cuando un oficial de la contrainteligencia le comunicó la decisión del gobierno de pasarlo a régimen de libertad condicional, algo que él no aceptó. Se negó a firmar la libertad condicional porque es inocente de los cargos que se le imputan.

“No acepto esas condiciones, échenme 30 años de sanción más, así es como trabaja la tiranía. Ahórrenme tiempo, me dejan en este campo de concentración”, les dijo.

Según contó, un teniente coronel lo agarró por la cintura y, sin violencia, lo acompañó hasta la puerta del penal donde lo esperaban su esposa Nelva Ortega y sus hijos. “Yo quise regresarme, pero me lo prohibieron. ¡Me botaron del penal!”, recalcó.

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