Si alguien enfrentó obstáculos hasta último minuto en Venezuela, en medio de la agitada y oscura jornada electoral cuyos resultados fueron usurpados por Nicolás Maduro sin asomo de vergüenza, fue María Corina Machado, la líder opositora que les devolvió la esperanza a los venezolanos, y que hoy tiene los ojos del mundo encima.
Por SEMANA
Este viernes, cuando el líder del régimen ya tenía terciada la banda presidencial y había logrado atornillarse en el Palacio de Miraflores, pese a que aún no muestra las actas del CNE que, supuestamente, lo hicieron ganador el 28 de julio de 2024, a Machado, escondida de las garras de la guardia bolivariana, le impidieron la conexión a internet y la señal de celular. Los servicios públicos, extrañamente, se averiaron durante la tarde, justo cuando la líder del Partido Vente Venezuela pretendía hablarle al mundo.
Tras minutos de retraso, Machado hizo viral en solo segundos un video en sus redes sociales en el que se vio serena, pero agotada y adolorida, tras ser retenida durante varias horas por la guardia venezolana el jueves pasado. Sus palabras transmitieron esperanza a decenas de venezolanos, que tuvieron que ver con frustración cómo Maduro, contra viento y marea, juró como presidente de manera ilegítima.
“Los días de Maduro en el Palacio de Miraflores están contados”, enfatizó la dirigente política. “Derrotamos el miedo, ustedes son unos valientes”, les dijo a los venezolanos que, pese a la represión de los militares, salieron a las calles a exigir libertad. “Este jueves se ratificó mi profunda confianza de que la libertad está cerca, ellos perdieron”, aseguró.
A juicio de Machado, la militarización total de Caracas y otras ciudades venezolanas, en medio de las manifestaciones de los opositores este jueves, “son una demostración de quién le tiene miedo a quién, de cuánto miedo le tienen al pueblo”.
En varias imágenes, las autoridades reprimieron a los manifestantes, pero no como en otras oportunidades. En varios casos, optaron por retroceder y no generar mayor confrontación, lo que refleja divisiones internas en las Fuerzas Armadas del país vecino.
Aunque distintos sectores políticos en Venezuela son pesimistas e insisten en que Maduro seguirá en Miraflores mientras tenga bajo su sombrilla a los hombres armados, Machado es optimista y habla de un país libre pronto.
“Este 10 de enero, Nicolás Maduro consolidó un golpe de Estado frente a los venezolanos y el mundo. Decidió cruzar una raya roja que oficializa la violación a la Constitución nacional”, expresó. Y les lanzó fuertes pullas a los presidentes de Cuba, Miguel Díaz-Canel, y de Nicaragua, Daniel Ortega, quienes acompañaron la posesión del líder del régimen. A ambos los llamó “dictadores”.
El discurso de Machado estuvo cargado de simbolismos y alimentado por una dosis de agudeza. “Maduro no se puso la banda en el pecho, se la puso en el tobillo como un grillete que cada día le apretará más”, expresó. “¡No tengan dudas de que eso se acabó!”, añadió.
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