La comitiva encabezada por la canciller británica Rachel Reeves con altos cargos del gobierno laborista más sector privado llegó a China este sábado para romper el hielo después de seis años de diálogos económicos y financieros congelados. Reino Unido ve claro el papel chino en su economía.
China y Reino Unido reanudaron el sábado las conversaciones económicas y financieras tras un paréntesis de seis años en una visita de la ministra británica del Tesoro a Beijing, mientras el gobierno laborista del Reino Unido busca restablecer las tensas relaciones con la segunda economía más grande del mundo.
Acompañada por una delegación de ejecutivos empresariales y funcionarios financieros británicos, la canciller Rachel Reeves se reunió con líderes chinos, entre ellos, el viceprimer ministro He Lifeng y el vicepresidente Han Zheng.
Reeves enfatizó la necesidad de una relación “estable y pragmática” entre Reino Unido y China al concluir las conversaciones en Beijing.
“Nuestros dos países pueden trabajar juntos en áreas de interés mutuo y en beneficio de nuestros ciudadanos, al tiempo que somos francos y abiertos el uno con el otro cuando no estamos de acuerdo”, dijo.
Las relaciones sino-británicas se deterioraron tras una serie de acusaciones de espionaje de ambas partes, el apoyo de China a Rusia en la guerra de Ucrania y el ataque a las libertades civiles en Hong Kong, antigua colonia británica.
Funcionarios británicos dijeron que Reeves también instará a Beijing a detener su apoyo material y económico a la campaña bélica rusa en Ucrania y planteará el tema de los derechos y libertades en Hong Kong.
El sábado, ambas partes firmaron acuerdos en áreas como finanzas “por valor de 600 millones de libras (732 millones de dólares) durante los próximos cinco años para la economía del Reino Unido”, dijo Reeves sin dar detalles.
“En general, la reanudación de las relaciones de este gobierno con China nos pone en vías de entregar hasta 1.000 millones de libras de valor para la economía del Reino Unido”, afirmó.
El viaje de tres días de Reeves ha estado marcado por perturbaciones en los mercados de bonos, que han elevado los costos de endeudamiento a su nivel más alto desde la crisis financiera de 2008. El opositor Partido Conservador la acusó de haber “huido a China”, en lugar de abordar las preocupaciones del mercado sobre la inflación y el estancamiento económico.
En un artículo de opinión publicado en el Times de Londres, Reeves insistió en que China ofrece al Reino Unido una oportunidad para impulsar el crecimiento. La nación no puede ignorar el hecho de que China es su cuarto socio comercial más importante, con exportaciones que sostienen cerca de medio millón de empleos en el Reino Unido, dijo.
“Por lo tanto, elegir no interactuar con China no es opción en absoluto”, escribió.
La visita de Reeves marcó la reanudación del Diálogo Económico y Financiero China-Reino Unido —conversaciones bilaterales anuales que se suspendieron desde 2019 debido a la pandemia de COVID-19 y el deterioro de las relaciones.
Londres espera que la reanudación de los diálogos ayude a eliminar las barreras que enfrentan las empresas del Reino Unido al buscar exportar o expandirse a China.
Reino Unido busca mejorar los intercambios en áreas como finanzas sostenibles, conectividad de mercados de capitales, pensiones y alineación regulatoria, así como comercio e inversión, agregó Reeves.
“Como parte de esto, es importante evitar que los vínculos económicos debiliten nuestra seguridad nacional y nuestra resiliencia económica”, señaló.
Dijo que acogió con beneplácito los planes de China de emitir su primer bono soberano verde en el extranjero en Londres este año.