El Observatorio sirio de Derechos Humanos afirmó este domingo que varios ex altos cargos de organismos de seguridad sirios, responsables de tortura y asesinato de un número indefinido de personas, se esconden en áreas montañosas de la costa siria desde la caída del régimen de Bashar Al Assad por temor a ser detenidos y juzgados.
La ONG, con sede en el Reino Unido pero que cuenta con una amplia red de colaboradores en el terreno, aseguró en un comunicado que entre esos altos cargos fugitivos figura el general de brigada Taher Suleiman, ex jefe de los servicios de inteligencia militar en la provincia mediterránea de Latakia.
Otro es el también general de brigada Imad Mihoub, que “desempeñó un papel destacado en la investigación y tortura de detenidos en la Sección 293, antes de pasar a dirigir las secciones de seguridad de Latakia y Homs”, esta última en el noroeste de Siria.
“Varios oficiales de las fuerzas del régimen fugitivo y sus servicios de seguridad, conocidos por su historial criminal y represivo han recurrido a la clandestinidad en zonas remotas por miedo a ser detenidos y llevados a juicios justos”, dijo la ONG que cita “información obtenida por el observatorio”.
Apunta que los dos exaltos oficiales -Suleiman y Mihoub-, entre otros, “decidieron esconderse en una zona rural situada en el triángulo Qardaha-Jableh-Qadmus”, un área montañosa en el oeste de Siria, cerca de la costa mediterránea.
El observatorio llamó a las nuevas autoridades sirias a “trabajar para perseguir a esos exoficiales y llevarlos a juicio, para garantizar que todos los que cometieron crímenes contra los sirios rindan cuentas y se logre justicia para las víctimas de las violaciones”.
La nueva administración en Damasco, controlada por el islamista Hayat Tahrir al-Sham (HTS) que lideró la coalición insurgente que derrocó a Al Assad a principios de mes, se ha comprometido a perseguir y juzgar a los “criminales de guerra”, así como a los “asesinos, oficiales de seguridad y del Ejército implicados en la tortura del pueblo sirio”.
Decenas de miles de personas fueron desparecidas, sujetas a opresión, tortura y malos tratos, y un número indefinido fueron asesinadas, durante la revolución siria iniciada tras la violenta represión de Al Assad a las revueltas populares de 2011.
Sin embargo, han prometido indultar a “todos” los ex miembros del depuesto régimen sirio, siempre que sus manos no estén “manchadas de sangre de los sirios”, por lo que han abierto en los últimos días varios “centros de reconciliación” para regularizar la situación.
Cientos de exmiembros de las fuerzas armadas y de seguridad del régimen se presentaron ante las nuevas autoridades sirias para responder preguntas relacionadas con posibles crímenes cometidos durante su servicio. Según informó The Associated Press, los interrogatorios se llevaron a cabo en la antigua sede del partido Baath en Damasco, un edificio que durante seis décadas simbolizó el poder de la familia Al Assad en Siria.
El sábado, los exsoldados acudieron al lugar con la promesa de recibir amnistía y la posibilidad de reintegrarse a la vida civil. Las nuevas autoridades les entregaron una lista de preguntas y un número de registro. Los interrogados tenían la libertad de abandonar el recinto tras el procedimiento.
Con información de EFE