Este año ha sido brutal para varias empresas conocidas.
Por CNN
Mientras la inflación seguía haciendo de las suyas, los consumidores redujeron drásticamente su gasto discrecional, lo que llevó a algunas empresas a declararse en bancarrota. Otras marcas fueron víctimas de cambios de tendencias o incluso de problemas más maliciosas, como los ciberataques.
Al menos 19 empresas recortaron un total de 14.000 puestos de trabajo debido a las quiebras, según Challenger, Gray & Christmas, una empresa de servicios de recolocación.
En particular, los cierres de comercios minoristas crecieron este año porque se acabó la época de bonanza del sector en 2021 y 2022, cuando los consumidores compraban muebles, televisores y ropa. Hasta finales de noviembre se habían cerrado más de 7.100 tiendas, según la empresa de investigación CoreSight, lo que supone un aumento del 69% respecto al mismo periodo del año anterior.
Por supuesto, declararse en bancarrota no significa necesariamente que una empresa vaya a quebrar. Las empresas suelen recurrir al proceso del Capítulo 11 para reducir algunas operaciones, hacer frente a la creciente deuda y ahorrar costes cerrando locales.
Estas son algunas de las quiebras más destacadas de 2024, ordenadas alfabéticamente:
Big Lots
Big Lots se declaró en bancarrota en septiembre, tras advertir previamente que tenía “dudas sustanciales” sobre su supervivencia. El minorista de descuentos anunció recientemente que su acuerdo para venderse a una empresa de capital privado fracasó y que pronto cerrará sus 963 establecimientos restantes.
Bowflex
Quizá más conocido por sus anuncios nocturnos, el fabricante de aparatos de gimnasio para uso doméstico se declaró en bancarrota en marzo. Salió del Capítulo 11 unos meses más tarde, firmando un acuerdo con una empresa con sede en Taiwán para “adquirir sustancialmente todos los activos” por US$ 37,5 millones en efectivo.
Express
El otrora centro comercial de moda se declaró en bancarrota en abril tras sufrir continuos problemas con su oferta de productos que no entusiasmaba a los compradores. Como resultado, casi 100 establecimientos cerraron y la empresa, propietaria también de la marca Bonobos, se vendió a un consorcio liderado por WHP Global en junio.
Joann
El minorista de telas y manualidades, de 81 años de antigüedad, se declaró en bancarrota en marzo, víctima de los recortes de gastos de los clientes, incluidos los de telas y materiales para manualidades y suministros. Las acciones de Joann dejaron de cotizar en el Nasdaq y la empresa pasó a ser de propiedad privada, reduciendo su deuda y manteniendo abiertas sus 850 tiendas.
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