Más de 20.000 migrantes mexicanos en Estados Unidos regresan a sus lugares de origen en el centro de México para reencontrarse con sus familiares en las fiestas de fin de año, pese a las tensiones políticas en temas migratorios en ambas naciones.
La localidad de Jalpan de Serra es el punto de entrada a la zona de la Sierra Gorda de Querétaro, lugar en el centro de México que alberga a varios municipios con altos índices de migración y donde muchas familias han pasado separadas varios años con la esperanza de tener un futuro mejor.
Estos más de 20.000 mexicanos se dan cita en Laredo, Texas, en el sur de Estados Unidos, para avanzar en grupo hacia su tierra de origen.
Para muchos esta experiencia es algo inigualable puesto que describen que, desde esos primeros momentos, ya se siente un ambiente de hogar, de seguridad y compañía.
Ariadna Tapia es una migrante que desde hace siete años viaja desde los Estados Unidos, y quien comentó a EFE que no hay un solo momento en el que una persona se sienta sola en la caravana.
“Hay que ver de dónde va a salir y qué se necesita para registrarse pero todo el día hay personal apoyando (…) Es una caravana segura, viene uno protegido por la Guardia Nacional, desde que uno sale es con una seguridad”, dijo.
Autos y camionetas llenas de regalos, maletas, ropa, herramientas y demás desfilan por la entrada de Jalpan, recibiéndolos por todo lo alto, una bandera pintada de verde, blanco y rojo, haciéndoles saber que por fin se encuentran en su hogar.
Las familias ya los esperan con sus comidas favoritas, con abrazos, muestras de cariño y llanto en los ojos de volver a ver a sus seres queridos.
“No hay como estar con la familia, con los amigos y más porque estas fechas pasarlas con las personas que uno quiere es muy bonito”, aseguró Tapia.
Este grupo de connacionales que regresa a México se divide en varios sectores, muchos de ellos ya han pasado bastante tiempo trabajando en los Estados Unidos, por lo que ahora llegan para quedarse de forma definitiva y buscan descansar, algunos otros emprender negocios, y algunos otros no lograron encontrar lo que se fueron buscando.
Por otra parte, están los que solo pasaran unos cuantos días en los municipios que los vieron nacer, pero que regresarán a sus rutinas en Estados Unidos, una que comience el próximo año.
Todo esto ocurre en el contexto de las recientes declaraciones del presidente estadounidense electo, Donald Trump, sobre su plan de deportar de forma masiva a migrantes irregulares.
Con respecto a este tema, Aristeo Olvera, uno de los organizadores e iniciadores de este proyecto dice en una entrevista que las autoridades siempre han estado en constante colaboración y apoyo, reforzando la idea de estados santuario para los migrantes.
“Hoy precisamente se cumplen 15 años del inicio de este proyecto; y el Gobierno de Laredo, Texas, siempre, con la Secretaría de Turismo, ha estado dispuesto y ha puesto su esfuerzo para apoyarnos”, aseguró.
De cara a la toma de posesión de Trump como presidente, el próximo 20 de enero, Olvera también defendió que cada gobierno tiene sus propios proyectos para atender el fenómeno migratorio.
Sin embargo, rechazó que se perjudique la imagen de los migrantes mexicanos, pues sostuvo que estos “siempre han dado ejemplo de trabajo de lucha”.
“Sabemos que todos los que se van para allá, con gran sacrificio, es precisamente para lograr un estado de vida mejor con sus familias aquí en su tierra”, concluyó.
EFE