Más de 4,5 millones de refugiados y migrantes venezolanos que residen en América Latina y el Caribe regularizaron su situación migratoria desde 2019, entre los cuales 1,3 millones lo hicieron solo en 2024, gracias a una nueva estrategia que ayuda a su integración, anunció este viernes la Plataforma Regional de Coordinación Interagencial para los Refugiados y Migrantes de Venezuela (R4V).
Esto se ha dado gracias a las “medidas proactivas” tomadas por los gobiernos de acogida y al apoyo financiero de la comunidad internacional, según destacó en un comunicado R4V, que este viernes presenta en Panamá su plan de respuesta 2025-2026 para atender las necesidades de los venezolanos, en medio de la crisis provocada por las elecciones venezolanas en julio pasado.
El plan, elaborado para atender estas necesidades apremiantes y prevenir movimientos sucesivos innecesarios, requiere de 1.400 millones de dólares en su primer año, anunciaron.
Este financiación apoyará a más de 2,3 millones de personas refugiadas y migrantes vulnerables y a sus comunidades de acogida en 17 países de América Latina y el Caribe.
Para hacerlo realidad, se considera “esencial” el compromiso de la comunidad internacional para dar “solidaridad y apoyo financiero sólidos y continuos” a los países de acogida y a los socios de la Plataforma R4V.
El Plan Regional de Respuesta para Refugiados y Migrantes (RMPR) es coordinado por R4V y además coliderado por la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) y Acnur, la Agencia de la ONU para los Refugiados.
“Al garantizar este financiamiento, se ofrecerá asistencia vital y se implementarán iniciativas a largo plazo que fomenten procesos exitosos de estabilización e integración socioeconómica, mientras se aborda la discriminación y se mejora el acceso a documentación, atención médica y empleo digno”, señala esa organización.
De acuerdo con el Análisis Regional de Necesidades de Refugiados y Migrantes (RMNA) 2024 de R4V, se estima que entre los 6,7 millones de venezolanos que viven en Latinoamérica y el Caribe, “el 82 % tiene empleos informales, más de un tercio se encuentra en situación irregular y el 53 % se enfrenta a obstáculos para acceder a atención médica”.
Según estos datos, muchos reciben salarios injustos, lo que hace que “el 42 % no pueda dar alimentos suficientes a sus familias y el 23 % vive en condiciones de hacinamiento”, necesidades que “son aún mayores” entre refugiados y migrantes de otras nacionalidades en tránsito por la región, con hasta el 90 % que carecen de servicios esenciales como alimentos, protección y alojamiento.
Integración y desafíos pendientes
R4V reconoce que a pesar del “progreso significativo” en la integración, estabilización y asistencia humanitaria a los refugiados y migrantes venezolanos, persisten desafíos como la inestabilidad económica y política, la inseguridad y la desigualdad social, que “dificultan que las personas migrantes y refugiadas mantengan a sus familias en los países de acogida”.
Por ello, R4V considera que los esfuerzos de regularización de la condición de refugiado en América Latina y el Caribe deben ser complementadas con “iniciativas sólidas de estabilización e integración socioeconómica, que incluyan educación, atención médica, validación de competencias profesionales y acceso al mercado laboral formal, oportunidades de subsistencia y servicios bancarios”.
Eduardo Stein, representante especial conjunto del Acnur y la OIM para los Refugiados y Migrantes de Venezuela, opina que “la integración de las personas refugiadas y migrantes es crucial para construir sociedades inclusivas y resilientes”.
“Cuando las personas migrantes y refugiadas son capacitadas para contribuir plenamente a sus comunidades, enriquecen el tejido social y a la vez impulsan el crecimiento económico y la innovación”, afirmó Stein.
Al garantizar el acceso a servicios esenciales, como mercados laborales y redes sociales, “creamos una situación en la que todos ganan: refugiados, migrantes y comunidades de acogida”, sostuvo el alto funcionario de la ONU.
Con información de EFE