La escasez de gas doméstico en Margarita ha obligado a sus habitantes a buscar alternativas creativas para cocinar los alimentos en sus hogares.
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Ante tal situación, los isleños han demostrado una gran capacidad de adaptación, implementando diversas soluciones o alternativas para paliar la crisis del gas licuado del petróleo.
Entre las opciones más comunes incluye cocinar a leña, lo que implica que muchas familias han vuelto a utilizar cocinas tradicionales como anafes y parrilleras con carbón.
José Gregorio Velásquez, un habitante de la población de San Juan Bautista, municipio Díaz, expresó que si bien cocinar a leña resuelve el problema del gas, particularmente le genera preocupación por la salud y el medio ambiente, debido al humo y la deforestación.
“La vez pasada cuando hubo escasez de gas, se evidenció una fuerte deforestación en diferentes sectores de Margarita y Coche”, recordó.
Otras personas que cuentan con los recursos necesarios, han optado por adquirir cocinas eléctricas, una opción más limpia, pero que requiere de un suministro eléctrico estable.
Tal es el caso de Mariana Navarro, habitante de Los Robles, municipio Maneiro, quien destinó parte de sus ahorros durante el Black Week Margarita para comprar un tope de vitrocerámica y poder garantizar la cocción de sus alimentos.
“Imposible que pueda cocinar a leña. Me parece un fuerte retroceso, y lo peor es que mi mamá es asmática y de la tercera edad. Eso sería agravar su salud”, alertó.
Ya algunos restaurantes típicos margariteños han desempolvado sus parrilleras para cocinar sus platos y garantizar las exigencias de los comensales.
“Nada mejor que un sancocho a leña, pero algunos vecinos cercanos se quejan del humo. Tenemos que ir buscando alternativas para solventar esta crisis de gas”, manifestó el gerente de un estacionamiento de Porlamar, prefiriendo mantener su identidad en reserva.