Las elecciones presidenciales del 28 de julio de 2024 en Venezuela han dejado una estela de controversia y tensión.
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Con Nicolás Maduro declarado ganador por el Consejo Nacional Electoral (CNE) con un 51,2 % de los votos frente al 44,2 % del candidato opositor Edmundo González Urrutia (EGU), las reacciones tanto nacionales como internacionales han sido intensas y variadas.
Sin embargo, el comando ConVzla, liderado por María Corina Machado, afirma que EGU ganó las elecciones con más del 70 % de los votos. Este comando ha presentado actas que provienen de las máquinas del CNE y sustentan con ellas su reclamo de victoria, mientras que el CNE aún no ha publicado las actas oficiales.
Tras los resultados anunciados por el Consejo Nacional Electoral de Venezuela sobre las elecciones presidenciales del pasado 28 de julio de 2024, a nivel nacional, las reacciones han sido mixtas.
Mientras que a nivel internacional algunos gobiernos, como el de Bolivia, han felicitado a Maduro por su “victoria electoral”, otros como los que conforman el G7 y la Unión Europea, Argentina, Chile, Ecuador, Panamá, Uruguay, entre otros, han reconocido a González Urrutia como el legítimo ganador de la contienda electoral.
En el mismo orden de ideas, el G7 ha expresado su apoyo a la transición democrática en Venezuela y ha manifestado su preocupación por las violaciones de derechos humanos en el país.
Además, otros países y organismos internacionales han mostrado su respaldo a EGU, mientras que algunos, como China y Rusia continúan apoyando a Maduro.
A juicio del historiador, docente y político merideño Héctor Azuaje, “al mes de noviembre de 2024, cuando han pasado 4 meses de la elección presidencial del 28 de julio, mientras las página web del Consejo Nacional Electoral , en la que se supone todos los venezolanos podemos revisar resultados desglosados de procesos electorales, sigue fuera de servicio, y a menos de 40 días de comenzar el 2025, Mérida muestra los contrastes producto de 25 años de atraso y subdesarrollo: carreteras destrozadas o intransitables por la falta de mantenimiento, servicios públicos muy deficientes, una Universidad de Los Andes que ya no es la otrora proteína académica que se veía en todas las calles de Mérida, un comercio cada vez más dominado por la informalidad, y a la par, gobernantes chavistas empeñados en adornos, fiestas y, por supuesto, cambiar de camionetas de alta gama como si se trataran de empresarios exitosos viviendo de su éxito; con la diferencia de que ellos viven del erario público”.
Es de destacar que “el estado Mérida no tiene un solo tramo carretero con más 10 kilómetros en buen estado. No tiene un solo municipio con servicio de agua potable y electricidad durante las 24 horas del día. No tiene una sola población con servicio óptimo de internet de Cantv. Y para poner un caso del día a día que afecta mucho a la población trabajadora, no tiene una sola ciudad en donde el servicio de transporte público trabaje hasta las 10:00 pm, tomando en cuenta que hasta hace 20 años, en municipios como Libertador- capital del estado, la mayor parte del transporte laboraba hasta las 10:30 pm.
Sistema de salud en decadencia
Aseveró que “Mérida no tiene un hospital nuevo con las capacidades del HULA, a pesar de que entre 1998 y 2024 la nación ha recibido 10 veces más dinero que entre 1950 y 1998”.
Incluso, el estado andino no cuenta ya con instituciones descentralizadas y autónomas que cuenten con prestigio y aprobación por parte de la ciudadanía.
“Pongamos por caso el ya señalado CNE o Poder Electoral, representado en el estado por la Junta Regional, a la cual ningún ciudadano puede acudir a pedir información sobre el último proceso electoral por el riesgo de terminar procesado por la justicia, por el solo hecho de ejercer un derecho constitucional”, explicó Azuaje.
No existe un Poder Electoral descentralizado a nivel de los municipios y las parroquias, como se supone que debía organizarse a partir de la aprobación de la Constitución de 1999.
Añadió el dirigente político regional que “para el caso de la ciudadanía que salió mayoritariamente a participar el 28 de julio a favor de la recuperación de la democracia, conforme se anuncian las elecciones parlamentarias, regionales y municipales de 2025, comienzan a mostrar sus aspiraciones personajes que a la fecha ya deberían jubilarse como candidatos, los tradicionales extorsionadores y los que so pretexto de ‘cuidar espacios’ pretenden llegar al poder con el voto de la mayoría democrática de los merideños”.
Apoyo al presidente electo
Es de recordar que el pasado 28 de julio en el estado Mérida, la participación ciudadana fue notable, reflejando un fuerte deseo de cambio y una profunda desconfianza en el proceso electoral.
Las manifestaciones multitudinarias en apoyo a Edmundo González Urrutia han sido constantes, con ciudadanos tomando las calles pacíficamente para expresar su respaldo.
Estas protestas han dejado como resultado varios detenidos, incluyendo menores de edad.
El impacto en la economía del efecto postelectoral se ha hecho notar en toda la región que enfrenta una debacle económica que, entre otras consecuencias, ha traído un aumento en la emigración de merideños.
A pesar de las adversidades, los líderes opositores en Mérida continúan su trabajo, afirmando que defenderán la victoria de EGU y seguirán luchando por la democracia.
Represión y persecución
En el mismo orden de ideas, Pedro Fernández, quien integró la comisión regional de primarias de 2023, donde resultó electa María Corina Machado como candidata unitaria, y además de ser un dirigente activo de la política merideña, señaló que el periodo postelectoral ha estado marcado por protestas y manifestaciones en varias regiones del país, incluyendo Mérida.
La falta de transparencia en la publicación de los resultados y las denuncias de fraude han exacerbado la desconfianza en el sistema electoral.
La represión de las protestas y las restricciones a la libertad de expresión continúan siendo preocupaciones importantes.
Fue enfático al referir que para avanzar hacia una mayor estabilidad política y social, es crucial que Venezuela aborde las deficiencias señaladas por las misiones de observación internacional.
De ahí la vital importancia sobre la reinstitucionalización del país y la creación de condiciones equitativas para todos los actores políticos y así trabajen con pasos esenciales para restaurar la confianza en el sistema electoral.
“En Mérida, el fortalecimiento de la infraestructura electoral y la promoción de la participación ciudadana serán claves para consolidar los avances logrados”, dijo Fernández.
La participación activa de la ciudadanía y el compromiso con la transparencia y la justicia son fundamentales para construir un futuro más democrático y equitativo.
En Mérida, el fortalecimiento de la infraestructura electoral y la promoción de la participación ciudadana serán claves para consolidar los avances logrados.
La situación postelectoral en Mérida y Venezuela refleja tanto los desafíos persistentes como las oportunidades para el cambio.