El retorno de Donald Trump al poder en medio de un clima político tenso, refuerza su promesa de “la mayor deportación de la historia” y desata una amenaza latente para cientos de migrantes que ahora se preguntan si la advertencia podría materializarse, a partir de cuándo se cumpliría y quiénes estarían realmente bajo la lupa del nuevo presidente que asumirá el cargo el 20 de enero de 2025.
Lipzonia Pérez, directora de Juntos por Venezuela – Estados Unidos, conversó con La Patilla y aseguró que su organización está lista para brindar apoyo a la comunidad inmigrante, que no deja de aumentar. “Estamos trabajando muchísimo en dar información veraz”. Paralelamente, expuso cómo planean ofrecer herramientas legales de protección frente a una administración que aspira ser más implacable que nunca.
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La fundación, creada en 2019, surgió de la necesidad de brindar información clara y accesible a quienes ingresan a Estados Unidos en busca de oportunidades. “Cuando llegué, la información siempre estaba incompleta o solo en inglés, y uno salía más confundido (…) Por eso decidimos hacer una non-profit, que aquí son muy respetadas”, explicó Pérez, especialista en políticas públicas.
Desde entonces la organización, que actualmente ejerce sus prácticas de forma autorizada por el Departamento de Justicia en materia de inmigración, se ha dedicado a orientar a los migrantes en temas clave como vivienda, educación y otros servicios legales. Asimismo, se plantearon como misión principal respaldar a los venezolanos en la zona triestatal, que comprende Nueva York, Nueva Jersey y Connecticut, pero tiempo después su atención también se centró en los demás extranjeros del área metropolitana.
“Y tenemos otro objetivo, que es recaudar fondos para mandar a algunas personas en Venezuela, sobre todo en el estado Carabobo, nosotros tenemos una organización que nos apoya allí”, indicó la directora de la ONG Juntos por Venezuela – Estados Unidos para resaltar su labor responsable fundamentada en información oportuna para los que buscan una estabilidad migratoria.
Por otro lado, Pérez expresó que el choque cultural y la falta de conocimiento son los mayores retos que enfrentan los venezolanos al pisar suelo estadounidense. “Cuando estamos fuera, llegamos con muchas ilusiones que se convierten en desafío: ¿cómo hago para tener una casa?, ¿cómo consigo vivienda si no tengo crédito?, ¿cómo me integro si nadie me conoce?, ¿cómo hago para incluirme en esta comunidad?, gracias a Dios ahora somos más y nos podemos apoyar aquí”.
Es por ello que Juntos por Venezuela se consolidó como un espacio de orientación, al conectar a los recién llegados con organizaciones y personas que ofrecen apoyo en áreas fundamentales como empleo y aprendizaje del idioma.
Juntos por Venezuela trabaja con programas y servicios accesibles para la comunidad, al incluir capacitaciones a precios económicos y asesorías migratorias. “Estamos trabajando, tenemos todos los permisos, todas las cosas que son necesarias. Trabajamos en el ámbito de subvenciones, y eso nos va a permitir ampliar más nuestros programas”, acotó.
La ONG mantiene firme su propósito de asistir a quienes buscan regularizar su estatus migratorio en un panorama cada vez más complejo. “Lo hacemos con todas las de la ley, con todo lo que el Estado necesita y establece, y podemos brindarle información veraz, constante y legal a los inmigrantes”, aseguró Pérez.
Un reto titánico
La llegada de Donald Trump a la Casa Blanca trae consigo una narrativa cargada de promesas de orden migratorio, muchas de ellas, respaldadas por acusaciones poco veraces y estigmatizadas hacia ciertos grupos, que incluyó a los venezolanos. Según Pérez, aunque las acciones del presidente electo pueden parecer intimidantes, existe un margen de oportunidad para quienes han mantenido un historial limpio.
“Aquí se perdonan los delitos migratorios, es decir, si tienes un delito migratorio, tú puedes estar aquí, y si te mantienes sin delito judicial, si podemos llamarlo así, no vas a estar en el foco de la bombilla. No obstante, las personas que lamentablemente tienen delitos así, van a ser objetivos principales para la deportación. Por supuesto no van a ser todos”, mencionó.
Sin embargo, Pérez no omite los desafíos que enfrenta la comunidad criolla, especialmente tras los incidentes en Nueva York y Nueva Jersey. “Lamentablemente, hubo un rebullicio muy grande protagonizado por venezolanos (…) Trump aprovechó la oportunidad, por supuesto, para incluirnos en su campaña”.
“La buena noticia es que nosotros aquí estamos esperanzados, porque las personas que no han cometido delitos, las personas que no han faltado a las otras leyes, que no son las migratorias, hay muchísimas oportunidades para arreglar sus documentos, muchísimas”, agregó.
Ante el panorama hostil, Juntos por Venezuela intensificó sus esfuerzos educativos con iniciativas como “Una semana de alerta migratoria”. Este programa busca reunir a inmigrantes para revisar juntos sus documentos y evitar fraudes.
Pérez compartió dos ejemplos de cómo, por la falta de información, se puede caer en manos inescrupulosas que podrían ocasionar enormes pérdidas de dinero y tiempo. “A un cliente centroamericano le estaban arreglando los papeles y tuvo que pagar como 20 mil dólares, y era falso. Tengo otro caso, que le hicieron un sello, supuestamente de USCIS, y el sello era antiguo, pero la gente lo desconoce”.
Juntos por Venezuela, acreditada por el Servicio de Ciudadanía e Inmigración de los Estados Unidos (USCIS), se transformó en un referente confiable para quienes buscan orientación. “Invitamos a la gente a verificar información confiable, con abogados especializados (…) es tu vida migratoria y para bien o para mal, sin documentos, aquí es más difícil cumplir el sueño americano, mucho más difícil”, recalcó.
Vías hacia la legalización
La colaboración es fundamental para el impacto de Juntos por Venezuela. “Nosotros estamos con la Organización de Nuevos Americanos de acá, de New Jersey, es una organización del Estado que nos apoya, nos presenta los documentos, la información, para nosotros bajarla al público”, destacó Pérez. A su vez, la ONG mantiene alianzas estratégicas con entidades como Catholic Legal Immigration Network, Inc. (CLINIC), Hudson Community y la Casa Don Pedro, además de trabajar directamente con el USCIS, lo cual les proporciona entrenamientos y cursos para mejorar su efectividad.
Más allá de eso, Pérez se mantiene optimista en relación con las políticas migratorias dirigidas especialmente hacia venezolanos, como un proyecto de ley bipartidista que busca abrir nuevas oportunidades. “Nosotros tenemos muy buenas noticias. La primera es para las personas que entraron antes del 2021, hay una ley de la cual nosotros, como Juntos por Venezuela, somos embajadores, que ya la semana pasada se lograron doce co-sponsors, y es una ley que está metida en el Congreso”. Esta ley, si es aprobada, otorgaría residencia a los venezolanos que llegaron bajo condiciones legales claras.
Igualmente, el Estatus de Protección Temporal (TPS) es un tema crucial en su agenda. “Además, nosotros creemos firmemente que el TPS va a seguir, porque somos más de 500 mil personas que tenemos el beneficio”, declaró Pérez. La esperanza de una extensión de dos años más no solo asegura la permanencia legal de muchos, sino la posibilidad de trabajar legalmente y mantener beneficios como el Seguro Social.
Por otro lado, el parole humanitario y el asilo son otras vías que Juntos por Venezuela promueve activamente. “Otra de las cosas, es el parole humanitario, aunque no lo renovaron, todavía está abierto. Es decir, que hay personas que deben aprovechar si tienen familiares para hacer la solicitud”, señaló, tras subrayar la urgencia de actuar antes de cambios administrativos.
“Los asilos, siempre les digo a las personas, no deben ser frívolos (…) hay mucha gente que cree que no tiene caso de asilo, y sí tiene. O sea, no hay que irse a los extremos. Ni frívolos, que es un asilo falso, que nunca podrías arreglar documentos aquí si te descubren, pero tampoco decir: ‘no tengo asilo porque a mí no me persiguieron’. Hay muchas otras opciones que podemos trabajar, que podemos investigar, y que se pueden lograr”, añadió.
La analogía de la pizza que utiliza Pérez sirve para ilustrar la diversidad de casos entre los inmigrantes. “Los inmigrantes somos como una pizza, algunas tienen una cosa, otras tienen otra. Unas tienen queso, otras tienen pepperoni, pero siguen siendo pizzas”. En tal sentido, la metáfora sirve para resaltar la importancia de evaluar cada caso individualmente, que se traduce como una prioridad para la organización.
“La invitación es a que revisen sus documentos, a que vean, que tomen acción basada en la esperanza y no basada en el miedo, porque el miedo te paraliza, la esperanza te ayuda a buscar”. Su mensaje aclara que hay múltiples caminos legales y oportunidades para los venezolanos tanto dentro como fuera de Estados Unidos, siempre y cuando se actúe con conocimiento y optimismo.