Reina la incertidumbre y preocupación por el silencio de las autoridades de Corpoelec ante los rudos racionamientos que sufren, tanto el sector empresarial como la población en general de Margarita, desde el pasado lunes tras la explosión de la planta de Muscar, en el estado Monagas.
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Ante el hermetismo que mantienen desde la corporación eléctrica, Jesús Irausquín, presidente de Fedecámaras Nueva Esparta, exige información oportuna y veraz por parte de Corpoelec para minimizar la incertidumbre sobre el tiempo que durará esa situación y acabar con rumores que señalan que se prolongará por tres semanas más.
“La situación es crítica. Los constantes cortes de electricidad, programados desde el martes en bloques de ocho horas, están afectando severamente la actividad comercial, el sector educativo y los hogares”, resaltó Irausquín.
El presidente de la cúpula empresarial de la región confirmó que ante la contingencia, giraron nueva comunicación al ministro de Energía Eléctrica, Eliécer Márquez, a la vicepresidenta, Delcy Rodríguez, y a la ministra de Turismo, Leticia Gómez, alertando sobre la difícil situación que sufren los margariteños en estos momentos.
En el oficio también reiteran las propuestas que desde el año 2022 han presentado ante esas instancias, con el objetivo de mejorar las condiciones del sistema eléctrico insular, que reduzcan el impacto en eventos sobrevenidos como el actual.
“Esta problemática no es nueva. Nuestras cámaras empresariales y desde la propia Fedecámaras hemos venido alertando sobre la necesidad de buscar soluciones que permitan a Nueva Esparta contar con una fuente de energía estable y confiable”, reiteró.
Irausquín recordó que el sector privado ha propuesto desarrollar proyectos para diversificar la matriz energética de la isla y reducir la dependencia de fuentes externas, inclusive reactivar el sistema dual de las plantas de generación para que cubran mayor demanda por si falla el Sistema Eléctrico Nacional.
Igualmente, han propuesto realizar inversiones en tierra firme, que permitan usar la total capacidad del cable submarino y así garantizar el abastecimiento de gasoil para las plantas eléctricas de empresas y hogares.
Pero más allá de esa acción económica y técnica, insistió en el establecimiento de una política de transparencia en la información, permitiendo canales directos de comunicación, así como también la definición de un cronograma de cortes eléctricos, que permita a los ciudadanos y empresas, planificar sus actividades al tiempo de frenar rumores y alarmas comprensibles por tratarse de un servicio básico.