Con más de 30 viajes alrededor del mundo durante su reinado, Sheynnis Palacios se ha convertido en la Miss Universo más viajera en los 73 años de historia del certamen. Desde Indonesia hasta Grecia y de Qatar a Brasil, la joven nicaragüense ha recorrido el planeta, pero su triunfo también ha estado marcado por la controversia: es la única Miss Universo que no ha celebrado su victoria en su país natal.
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Palacios, de 24 años, entregará su corona el próximo 16 de noviembre a la ganadora de las 127 candidatas que participarán en la 73ª edición del Miss Universo en Ciudad de México. La reina nicaragüense se alzó con el cetro el 18 de noviembre de 2023 en San Salvador, convirtiéndose en la primera centroamericana en lograr este prestigioso título.
Desde pequeña, Sheynnis mostró interés por los certámenes de belleza. Mientras estudiaba en el Instituto Pedagógico La Salle de Managua, participó en el reinado escolar, y a los 16 años ganó el título de Miss Teen Nicaragua. Posteriormente, representó a su país en Miss Teen Universe en 2017 y en Miss World en 2022.
De la venta de buñuelos a la corona
Palacios proviene de una familia humilde y estudió Comunicación Social en la Universidad Centroamericana (UCA) gracias a una beca. Para ayudar a costear sus estudios, vendía buñuelos, un dulce típico nicaragüense, entre sus compañeros.
En 2018, se unió a las protestas pacíficas contra el régimen de Daniel Ortega, un acto que más tarde le pasaría factura. Tras su coronación como Miss Nicaragua en 2023, algunos medios afines al gobierno intentaron desacreditarla, llamándola “Miss Buñuelo” en referencia a su trabajo universitario.
La reacción del régimen tras su victoria fue ambivalente. Aunque inicialmente celebraron su triunfo, pronto se evidenció su descontento debido a los festejos populares y las imágenes de Sheynnis en las protestas de 2018 que circulaban en redes sociales. La situación escaló cuando las autoridades de Migración impidieron el ingreso al país de la directora de Miss Nicaragua, Karen Celebertti, y la Policía allanó su hogar.
Represión y silencio
La represión contra el triunfo de Palacios se intensificó con el arresto de artistas que intentaron rendir homenaje a la reina de belleza. Kevin Laguna Guevara y Oscar Danilo Parrilla, conocidos como Vink Art y Torch Místico, fueron detenidos por pintar un mural en su honor y obligados a borrarlo.
La organización Miss Universo emitió un llamado al régimen nicaragüense para garantizar la seguridad de sus afiliados. Sin embargo, el discurso del gobierno cambió drásticamente, con Rosario Murillo denunciando cualquier intento de utilizar el triunfo de Sheynnis para desestabilizar al régimen.
Poco después, el 1 de diciembre de 2023, la Policía acusó a Celebertti y su familia de “traición a la patria” y otros delitos. Ante este contexto, la organización Miss Universo anunció que Celebertti renunciaba a su franquicia en Nicaragua, lo que se interpretó como una respuesta al chantaje del gobierno.
Un futuro incierto
Sheynnis Palacios, a pesar de sus intenciones de celebrar su triunfo en Nicaragua, nunca ha regresado a su país. Durante una gira en República Dominicana, afirmó que no estaba exiliada y que planeaba volver para festejar con su gente. Sin embargo, muchos interpretan su cautela como una estrategia para evitar represalias.
En mayo, la directora de Miss Universo, Anne Jakrajutatip, mencionó que Palacios y su familia vivían en un “exilio indefinido” debido a las acciones del régimen de Ortega. Este mensaje fue rápidamente borrado, pero el eco de su contenido resuena entre quienes siguen de cerca la situación de la joven reina.
A medida que se acerca el final de su reinado, el camino de Sheynnis Palacios se presenta como un delicado equilibrio entre la celebración de su victoria y la realidad política que enfrenta en su país. Su historia es un recordatorio de que detrás de la corona hay un trasfondo de desafíos y luchas que trascienden el ámbito de la belleza.