El rey de España, Felipe VI, recibió este domingo una dosis de rechazo de parte de cientos de vecinos y voluntarios que han sufrido la tragedia causada por Dana en Paiporta, Valencia, y que esperaban una mejor actuación de parte de las autoridades.
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En contraste con la actitud del presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, quien huyó de la zona de desastre al escuchar los primeros reclamos, el monarca ibérico decidió aguantar pedradas e insultos para darle la cara a los dolientes.
Los asesores del rey abrieron los paraguas para evitar que le golpearan, pero este poco después pidió que los apartaran.
En múltiples fotografías se observa a Felipe VI conversar, pese al barro en sus ropas, con diversos vecinos que llevan varios días intentando buscar sobrevivientes entre los escombros y el fango.
La reina Letizia también le acompañó en esta tarea, de la que ambos salieron visiblemente consternados. Asimismo, el presidente regional de Valencia, Carlos Mazón, también permaneció en el lugar.
Se espera que, luego de este elocuente episodio, las autoridades locales hagan mucho más para atender la tragedia.