Sobrevaluación del bolívar y múltiples costos provocan brecha de precios entre Venezuela y la región

Sobrevaluación del bolívar y múltiples costos provocan brecha de precios entre Venezuela y la región

El economista Leonardo Vera. EFE/ Rayner Peña R.

 

 

El economista y profesor universitario, Leonardo Vera, se tomó un tiempo para explicar en redes sociales el fenómeno que ha provocado que el precio de productos y servicios sea más elevado en Venezuela que en otros países de la región, incluso cuando se hace una equivalencia en divisas como el dólar estadounidense.





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Mientras tanto, la Superintendencia Nacional para la Defensa para los Derechos Socioeconómicos (Sundde) sostiene una nueva campaña para sancionar a los comerciantes que no ofrezcan sus productos en función de la tasa de cambio oficial fijada por el Banco Central (BCV). Sin embargo, esta medida no ha podido evitar que los precios, de una u otra manera, se eleven una vez más.

“Lo más probable es que exista una mezcla de dos cosas: costos muy elevados para producir y vender en Venezuela junto con una sobrevaluación de la moneda (una tasa de cambio muy baja)”, comentó Vera en un hilo de su cuenta de X, luego de indicar que un litro de leche descremada cuesta 0,96 dólares en Colombia y 2,17 en Venezuela.

El especialista explicó que “un promedio simple entre las tasas de cambio de paridad que hemos visto (las requeridas para igualar, en cada caso, el precio de estos productos en Colombia y Venezuela) nos daría 85,39 Bs. por cada dólar. No es la mejor metodología, pero si una fácil de entender. Estamos sobrevaluados”.

Sin embargo, Vela alertó que “si producir cada unidad de esos bienes en Venezuela resulta más caro que en Colombia, entonces el diferencial de precios no puede ser atribuido totalmente a una distorsión cambiaria. Y hay muchas razones para concebir costos muy altos por unidad de producto en Venezuela”.

Un litro de leche descremada equivale a 0,96 dólares en Colombia y en Venezuela cuesta 2,17.

 

Para el economista hay tres aspectos a destacar. En primer lugar, “la enorme capacidad ociosa que hace trabajar a las unidades productivas con altísimos costos fijos por unidad de producto”; luego “la corrupción desenfrenada en aduanas, registros y alcabalas” que sirven para encarecer los precios; y, por último, “las presiones y distorsiones tributarias”.

Posibles soluciones

Durante su exposición, Vera sugirió diversas medidas que podrían tomar las instituciones del Estado venezolano para aliviar este y otros problemas del mercado cambiario y la falta de poder adquisitivo de los consumidores.

Una crema dental en Colombia equivale a 1,89 dólares y en Venezuela cuesta 6,74.

 

“Para atacar estos problemas que inflan los costos necesitamos, por un lado, estimular la demanda, (para que bajen los costos fijos por unidad de producto). Por otro, hay que desmantelar seriamente la corrupción, las distorsiones y las asfixiantes presiones impositivas”, afirmó.

Asimismo, Vera señaló que “con un menú de acciones en el sentido expresado, no es necesario apuntar a un tipo de cambio de paridad de 85,39 Bs/US$, aunque, desde luego, un importante ‘atraso’ cambiario hemos acumulado pues la inflación ha sido mayor al deslizamiento del tipo de cambio nominal en el pasado reciente”.

Según su criterio, “volver a anclar a una tasa de cambio ‘baja’, en una economía que no tiene reservas internacionales líquidas para atender la demanda del mercado, y donde la inflación no es parada en seco, es un grave error. Y cuidado, siempre se puede hacer peor”.

Un kilo de harina de maíz precocida equivale en Colombia a 0,79 dólares y en Venezuela cuesta 1,10.

 

Vera advirtió que “estamos en uno de esos momentos críticos donde es necesario depreciar y mejor de una, que en cámara lenta. Pero para saber a dónde llevar la tasa de cambio y no ‘sobreajustar’, hay que apoyarse en un plan integral que baje lo que bien podemos llamar ‘el costo Venezuela'”.

Por si fuera poco, apuntó que “con un tipo de cambio más alto y competitivo no es necesario seguir congelando salarios y pensiones y se puede liberar gradualmente el encaje para estimular el crédito sin temor a que la liquidez puede comprometer la paridad cambiaria”.

Finalmente, enfatizó a las autoridades venezolanas que “se requiere no sólo buen diseño, sino además voces calificadas e inspirar credibilidad en lo que se va a hacer. Advertir a la gente que un ajuste en la tasa de cambio lineal y puntual traerá un salto en la inflación, pero sólo por un tiempo corto. A un tipo de cambio alto se puede apelar transitoriamente a un anclaje cambiario para bajar la inflación, pero sin apoyarlo con medidas contra la gente”.

Un kilo de pechuga de pollo equivale en Colombia a 6,96 dólares y en Venezuela cuesta 8,25.