En la Caracas de los años veinte del siglo pasado, se cantaba un pasodoble criollo titulado El Romantón, cuyo estribillo decía: “Ahí va, ahí va, ahí va, la niña ahí va, con ese turco atrás”, y es que la señorita se le escondía al cobrador, con esto se aludía a una realidad, y no era otra, que la cantidad de marchantes mediorientales que vendían sus mercancías a plazos casa por casa, y luego, pasaban cobrando.
En esa época se les llamaba a todos los inmigrantes provenientes del medio oriente, turcos, así fueran originarios de Siria, Líbano o cualquiera otro país de la media luna. La razón de esa circunstancia, radica, en que hasta el final de la primera guerra mundial toda esa región estaba bajo el dominio del imperio otomano o turco, cuya capital era Constantinopla.
Hoy en día, nuevamente, los turcos vuelven a tener presencia en Venezuela, esta vez potenciados por el acercamiento del gobierno de Erdogan con Maduro. Esta singular alianza, que se presta para muchas interrogantes, ha auspiciado vuelos directos entre Maiquetía y Estambul, y un importante flujo comercial.
El aproximamiento forma parte de la estrategia comercial del país turco, ya que tiene un importante déficit mercantil con América Latina de US$ 3.360 millones, que intenta reducir con una agresiva política de exportación a estas regiones. La cual incluye, no solo privilegiar el trasporte aéreo y las exportaciones, sino también establecer nuevas empresas e inversiones turcas. Considerando esto, Venezuela no debe verse como un caso excepcional, sino parte de esa política comercial internacional intensa desplegada por Turquía en estas zonas, ya que han hecho similares esfuerzos con Brasil, Argentina, Colombia, Panamá, y El Salvador.
Turquía es actualmente el cuarto socio comercial de Venezuela, después de China, Estados Unidos y Colombia, con exportaciones de 366 millones de dólares en el 2023. Su embajador Aydan Karamanoglu, recientemente anunció que, en los primeros ocho meses del 2024, habían exportado 500 millones de dólares a Venezuela esperando terminar el año con 850 millones. Los principales productos exportados son las pastas alimenticias, harina de trigo, gasolinas, papel higiénico y otros.
Las exportaciones venezolanas a Turquía, por su parte, se han incrementado de 19 millones de dólares en el 2019 a 367 millones en el 2023. Los principales productos de exportación son desperdicios de chatarra, coque de petróleo, betún de petróleo, y demás residuos de aceite de petróleo o minerales. Como vemos, el gobierno de Venezuela está compensando sus importaciones de productos turcos, con desechos (chatarra y coque) que ha acumulado durante años, géneros que controla en forma de exclusividad.
Dentro de esta iniciativa comercial, la Cámara de Empresarios Turcos en Venezuela, llevó a cabo, hace unas pocas semanas, una Expo Feria Turkiye 2024 en el parque Simón Bolívar de la Carlota, en Caracas, con presencia de 32 empresas turcas del ramo de alimentos, tecnología, higiene personal, maquinaria agrícola y otros. La exposición pretende proyectar los productos turcos entre los comerciantes, importadores nacionales y la población en general, como hemos visto, lo sustancial de tales nexos comerciales, se ha establecido entre los dos gobiernos.
Gerardo Lucas. Economista/Historiador. https://gerardolucas.wordpress.com