Rusia ha sufrido más de 600.000 bajas en Ucrania desde el inicio de la guerra en febrero de 2022, indicaron este miércoles fuentes del Departamento de Defensa de Estados Unidos, según las cuales este pasado septiembre fue el mes con más víctimas, tanto en términos de muertos como de heridos.
Las pérdidas rusas solo en el primer año de conflicto, tanto de muertos como de heridos en combate, excedieron el total de todas las pérdidas rusas o soviéticas combinadas en cualquier conflicto desde la Segunda Guerra Mundial (1939-1945), indicaron en una llamada con periodistas en la que no ofrecieron datos sobre bajas ucranianas.
Las fuerzas ucranianas también hundieron, destruyeron o dañaron al menos 32 buques medianos y grandes de la Armada rusa en el mar Negro, lo que obligó a Rusia a reubicar su flota lejos de Crimea. Además han destruido más de dos tercios del inventario de tanques que Rusia tenía antes de la guerra.
Asimismo, el total de munición destruida en ataques contra almacenes de munición representa la mayor pérdida de munición rusa y suministrada por Corea del Norte durante esta guerra, con cientos de miles de rondas destruidas.
Según las fuentes de Defensa, los intentos de Rusia para minimizar los riesgos en los depósitos existentes probablemente obligarán al Ejército ruso a llevar a cabo “adaptaciones ineficientes” que ralentizará la entrega de munición al frente.
Su llamada precisó que estos daños no sugieren que Kiev “tiene un camino fácil hacia la victoria”: “Rusia sigue dedicando cantidades significativas de recursos a su campaña, redoblándolos en el este”, dijeron recordando que Moscú ha dejado clara “una y otra vez” su intención de “hacer lo necesario para obligar a las fuerzas ucranianas a capitular”. EFE