Una exposición mostró el fusil con el que terroristas de ETA apuntaron al rey emérito Juan Carlos

Una exposición mostró el fusil con el que terroristas de ETA apuntaron al rey emérito Juan Carlos

El fusil con el que ETA apuntó al rey puede verse en la vuestra ‘Magnicidios. Dar en la cabeza’. EFE/Adrián Ruiz-Hierro

 

 

El Centro Memorial de Víctimas del Terrorismo de Vitoria (norte de España) alberga una exposición que incluye, entre otros objetos, el fusil con el que ETA apuntó al rey Juan Carlos en 1995 y la pistola usada para asesinar al presidente de España Cánovas del Castillo en 1897.





La muestra ‘Magnicidios. Dar en la cabeza’ está dedicada a asesinatos o atentados fallidos contra personas poderosas y relevantes. La mayoría están relacionadas con la política -jefes de Estado, líderes de partidos- pero hay también casos como el atentado contra el papa Juan Pablo II y el asesinato de John Lennon, según ha explicado su comisario, el historiador Antonio Rivera.

España tiene “un récord que no es para estar orgulloso” ya que en apenas un siglo, desde 1870 a 1973, cinco presidentes del Gobierno han muerto asesinados: Juan Prim, Antonio Cánovas del Castillo, José Canalejas, Eduardo Dato y Luis Carrero Blanco.

La exposición reserva un espacio a cada uno de ellos y, además de exponer el contexto de cada atentado, muestra objetos relacionados con los mismos: la pistola usada contra Cánovas del Castillo, sumarios de las investigaciones, un manuscrito de los etarras que mataron a Carrero Blanco -presidente en los estertores de la dictadura franquista- o un mapas de su planificación.

Pistola usada para asesinar al presidente de España Cánovas del Castillo en 1897. EFE/Adrián Ruiz-Hierro

 

También puede verse la bomba Orsini que no explotó en el atentado anarquista en 1893 en el Liceo de Barcelona, donde fueron asesinadas veinte personas por la detonación de otro artefacto lanzado al patio de butacas; así como el fusil con silenciador y mira telescópica con el que ETA tuvo a tiro al rey Juan Carlos en Mallorca en 1995.

La exposición hace referencia a magnicidios muy conocidos como el atentado en 1914 del archiduque Francisco Fernando de Austria, que desencadenó una escalada militar que dio lugar a la Primera Guerra Mundial; el asesinato del presidente de Estados Unidos John Kennedy en 1963, y el de Ernesto ‘Che’ Guevara en 1967.

Es una lista “interminable que no exhaustiva” que incluye al expresidente estadounidense y actual candidato republicano, Donald Trump, que este verano ha sido objeto de dos atentados frustrados.

La muestra recoge también que la muerte violenta de personas poderosas puede ejecutarse de formas diversas. Así, puede ser una ejecución “tras un juicio más o menos formal” como ha ocurrido con varios reyes a lo largo de la historia, un acto “espontáneo a cargo de turbas” (como Gadafi en Libia o los Ceaucescu en Rumanía), ser fruto de “conspiraciones palaciegas” o de “conflictos más amplios, como una guerra o una revolución”.

La exposición, que busca “desmontar la buena prensa” que tienen los magnicidios, dedica una apartado a aquellos intentos de asesinato que no llegaron a llevarse a cabo bien por “mala suerte”, por la “impericia” de sus autores y “sobre todo” por la actuación de las policías y distintos cuerpos de seguridad de cada momento.

Así, se calcula hubo 638 intentos fallidos de matar a Fidel Castro (Cuba), 38 a Adolf Hitler (Alemania), 7 a Alenjadro II (Rusia) y 6 a Benito Mussolini, entre otros muchos casos. En España, destacan los 9 intentos frustrados contra el rey Alfonso XIII y los 4 contra el expresidente José María Aznar.

EFE