Comió 24 huevos al día durante un mes y el sorprendente resultado desconcertó al mundo científico

Comió 24 huevos al día durante un mes y el sorprendente resultado desconcertó al mundo científico

A pesar de una ingesta masiva de colesterol, los niveles de LDL del médico disminuyeron significativamente (Captura de YouTube)

 

 

Durante décadas, los huevos han sido señalados como uno de los principales culpables del aumento del colesterol, lo que ha llevado a la creencia generalizada de que su consumo en exceso podría ser dañino para el corazón. Sin embargo, un reciente experimento realizado por Nick Norwitz, estudiante de medicina en la Universidad de Harvard, ha desafiado esta suposición. En un proyecto inusual, decidió comer 720 huevos en un mes, 24 huevos al día, para observar el impacto directo que tendría en sus niveles de colesterol. Los resultados fueron sorprendentes. Según la Organización Mundial de la Salud es recomendable consumir entre siete u ocho huevos por semana.





Por Francisco González Tomadin | Infobae

Norwitz, quien también tiene un doctorado en metabolismo cerebral humano por la Universidad de Oxford, emprendió este reto como parte de un experimento personal. El propósito era explorar si, realmente, el colesterol dietético que se encuentra en los huevos podía aumentar los niveles de colesterol LDL, conocido como el “malo” debido a su capacidad de obstruir las arterias y aumentar el riesgo de enfermedades cardíacas.

Cada huevo contiene aproximadamente 186 mg de colesterol, lo que significa que, en teoría, aumentar la cantidad de huevos consumidos debería elevar los niveles de colesterol en el cuerpo. Sin embargo, Norwitz partió de una premisa bien distinta: intentó probar que a pesar de aumentar su ingesta diaria de colesterol en más de 133.200 mg al consumir tantos huevos, sus niveles de colesterol LDL no aumentarían.

 

720 huevos despues, su colesterol LDL no solo no aumentó, sino que disminuyó en un 18%, desafiando la creencia popular y los temores asociados al consumo de huevos.

Así, el experimento de Norwitz sugiere que la correlación entre el colesterol dietético y los niveles de colesterol en sangre puede no ser tan directa como se pensaba.

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