La directora del Instituto Casla, Tamara Suju, denunció en redes sociales que múltiples exmilitares encarcelados por motivos políticos son tratados como animales en una nueva prisión dispuesta por la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (Fanb) en el Fuerte Guaicaipuro, ubicado en Santa Teresa del Tuy, estado Miranda.
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La nueva instalación pertenece al Centro de Procesados Militares Central (Cenapromil) de Charallave, donde “han sido trasladados presos comunes, supuestamente pranes, presos políticos y otros presos militares”, alertó Suju en un video publicado en sus redes sociales.
Algunos de los presos trasladados al lugar son los sargentos de la Guardia Nacional Bolivariana (GNB) que se sublevaron en Cotiza en 2019: Luis Bandres, Geomar Martínez, Hebert Glock y Edgar Díaz, entre otros.
Suju explicó que “el galpón donde están los detenidos parece una gran jaula de animales, con módulos o celdas para civiles o militares, que los mantienen separados. Hay celdas como para dos personas, de 2 x 3 metros, y celdas más grandes, como para doce personas, con lavamanos y ducha”.
La activista apuntó que “parece una gran jaula de animales porque las celdas están construidas por debajo de la superficie, como si fueran unas grandes alcantarillas”. Asimismo, señaló que “el techo de la celda son rejas, por donde caminan los custodios por encima de los detenidos y por donde pueden verlos durante todo el día y la noche”.
De acuerdo a las fuentes de Suju, los custodios siempre están encapuchados y los detenidos no tiene agua potable, “toman agua de la misma ducha”.
Por si fuera poco, los guardias les tiran la comida a los presos desde arriba, “sin utilizar la puerta que las mismas celdas tienen, por lo que la comida les cae en el piso y se esparce, como si estuvieran alimentando animales y los detenidos han tenido que comer del piso”.
Los detenidos presentan múltiples llagas y picaduras de las plagas que entran al recinto sin límites, debido a que el galpón superior no tiene paredes. Las luces nunca son apagadas y los presos no saben la hora ni tienen acceso a libros.
Suju enfatizó que las condiciones de aislamiento en el centro constituyen una tortura psicológica que vulnera los derechos humanos.
Un video colgado por la activista sustenta su denuncia y evidencia la visita del mayor general chavista, Vladimir Padrino López, a un centro de reclusión que coincide plenamente con las características ya descritas.