Ellos no vivían en el mismo país y tampoco tenían nada en común entre ambos: ninguno sabía de la existencia del otro. Sin embargo, una vez, sus vidas coincidieron debido a una equivocación. A partir de ahí, surgió un vínculo amistoso que con el paso del tiempo fue evolucionando hasta convertirse en una relación de pareja.
Por Clarín
Una mujer de Filipinas conoció a un hombre de Estados Unidos gracias a un error que ella había cometido en las redes sociales y años después terminaron casados. Ahora son un famoso matrimonio que a diario comparte su historia de amor a millones de personas.
Todo comenzó en 2016. Un día, por aquella época, la filipina Divine Rapsing estaba trabajando en un call center de atención al cliente de su país cuando atendió una nueva llamada. En esta oportunidad, un hombre estadounidense se había comunicado con el lugar para que le resolvieran un inconveniente.
El error que dio inicio a una historia
Divine, según explicó en una entrevista con el programa Love Don’t Judge del canal de YouTube “Truly”, siempre lidiaba con clientes “bastante” malhumorados. Pero, por el contrario, este hombre que acababa de contactar al call center era diferente. “Tenía una voz tranquila. Yo resolví sus inquietudes y él indicó que mi atención había sido muy buena. Me dijo: ‘Hiciste que mi día sea mejor'”, recordó al respecto.
A raíz de los elogios del cliente, la trabajadora se sintió muy bien y feliz. Después de que concluyera su jornada laboral, Divine —de acuerdo a su relato— tomó la decisión de buscar al hombre en Facebook para mandarle un mensaje privado y agradecerle otra vez por sus cálidas palabras.
Al cabo de un rato, la mujer se topó con un perfil a través de la plataforma y creyó que era la cuenta personal del cliente con el cual había hablado. Por lo tanto, le envió una solicitud de amistad y un mensaje privado. “Hola, soy Divine, quien te atendió hoy. Conversamos por teléfono”, le escribió la trabajadora al presunto cliente.
Pronto, ella descubrió que en realidad aquel usuario de Facebook no era el hombre del call center. Se trataba de otro ciudadano estadounidense, aunque con el mismo nombre que el cliente: Scott Smith.
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