La muerte de Deisy Chirinos, privada de libertad en el INOF, la única cárcel de mujeres en Venezuela, encendió nuevamente las alarmas sobre la falta de atención y tratamiento médico a la que es sometida la población penal de este recinto penitenciario. Así lo reseñó el Observatorio Venezolano de Prisiones (OVP) en sus redes sociales.
Tal como denunciamos con frecuencia desde el OVP, las internas del INOF enfrentan condiciones precarias y falta de acceso a servicios básicos, incluyendo atención médica adecuada y traslado inmediato a un centro de salud, en caso de ser necesario.
Muchas de ellas sufren de enfermedades crónicas y/o terminales, como el caso de Deisy, y no reciben el tratamiento necesario para su recuperación, son abandonadas a su suerte y solo las llevan a un hospital cuando ya es demasiado tarde, solo por el interés de asegurar que se le brindó asistencia. Además, los familiares han denunciado casos de violencia, maltrato y hacinamiento en este centro, lo que pone en riesgo la integridad y dignidad de las mujeres recluidas.
En este sentido, es responsabilidad del Estado garantizar que las mujeres que están bajo su custodia, tanto del INOF como los anexos femeninos, reciban la ayuda humanitaria que necesitan para cuidar de su salud y bienestar. Es fundamental que se respeten sus derechos humanos y que se les brinde la atención médica y apoyo emocional necesario para superar enfermedades y mejorar su calidad de vida.