El mensaje de texto lleno de blasfemias los llamó “animales” y les advirtió que “estuvieran preparados” para una milicia que se alistaba para luchar, porque “todos los que odian a los ilegales saben dónde viven”.
Por The Colorado Sun
Jerson, un venezolano que llegó a Colorado en diciembre, había estado vendiendo empanadas, arepas y Gatorade a personas que vivían en su complejo de apartamentos cuando terminaban su jornada laboral, y había incluido su número de teléfono en el menú en un cartel verde que colgó en la ventana de su apartamento.
Una foto del menú, incluido su número de teléfono, terminó en X, con el autor de la publicación diciendo: “Pandillas venezolanas abren restaurante”.
Luego vino el texto: “Espero que sepan que los veteranos de Colorado están construyendo una milicia con más poder de fuego del que jamás podrían imaginar”.
No fue el único mensaje vulgar y antiinmigrante que Jerson, quien no quiere que se use su nombre completo porque teme por su vida, recibió la semana pasada, ya que funcionarios electos locales conservadores y medios de comunicación de todo el mundo advirtieron que una pandilla venezolana se ha “apoderado” de tres complejos de apartamentos en Aurora.
Unos intrusos desconocidos colgaron carteles en los pasillos de uno de los edificios en los que anunciaban que era hora de recuperar la ciudad. Una banda local hizo grafitis en las paredes con sus carteles. Los inquilinos dicen que pasó un vehículo mientras sus ocupantes alzaban armas y gritaban: “¡Que se jo… los venezolanos!”. Durante días corrieron rumores de que los Hells Angels iban a venir en sus motocicletas a atacar a los residentes, hasta que emitieron un comunicado en el que decían que, de hecho, no iban a involucrarse.
En este punto, los inquilinos entrevistados por The Colorado Sun dicen que tienen más miedo de los supremacistas blancos y de las personas con animosidad hacia los inmigrantes que de una pandilla venezolana.
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