Así es el LiFi, la nueva tecnología que estaría a punto de reemplazar al WiFi

Así es el LiFi, la nueva tecnología que estaría a punto de reemplazar al WiFi

Al utilizar la luz como medio de transmisión de datos, el Li-Fi ofrece una privacidad reforzada y una menor susceptibilidad a interferencias electromagnéticas. | Foto: Getty Images

 

 

 





En un mundo cada vez más conectado, la demanda por tecnologías de transmisión de datos rápidas y eficientes sigue en aumento. Una de las innovaciones que está generando gran expectación en este campo es el LiFi (Light Fidelity), una tecnología que promete revolucionar la manera en que las personas se conectan a internet y comparten datos. A medida que avanza su desarrollo, el LiFi podría posicionarse como una alternativa viable e incluso superior al WiFi, la tecnología inalámbrica predominante en la actualidad.

Por Semana

¿Pero, qué es el LiFi?

LiFi, que significa Light Fidelity, es una tecnología de comunicación inalámbrica que utiliza la luz visible, así como la luz infrarroja y ultravioleta, para transmitir datos. A diferencia del WiFi, que se basa en ondas de radio, el LiFi emplea la modulación de la luz para enviar información a velocidades sorprendentemente altas. Este sistema se basa en el uso de LEDs (diodos emisores de luz) para emitir luz modulada que transporta los datos.

El funcionamiento del LiFi es interesante y sencillo de entender. La tecnología se apoya en la capacidad de los LEDs para parpadear a velocidades extremadamente rápidas, que resultan imperceptibles para el ojo humano. Este parpadeo, que en realidad es una modulación de la luz, se codifica para representar los datos que se desean transmitir. Posteriormente, un receptor, como un fotodetector o una cámara especializada, capta la luz modulada y la convierte nuevamente en datos electrónicos, los cuales son procesados por el dispositivo receptor, como un ordenador o un teléfono inteligente.

Este proceso de modulación y demodulación permite que el LiFi transmita grandes cantidades de datos a velocidades muy superiores a las que ofrece el WiFi convencional, abriendo la puerta a nuevas posibilidades en el ámbito de la conectividad inalámbrica.

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