El presidente estadounidense, Joe Biden, celebró este viernes la detención de Ismael ‘el Mayo’ Zambada y de Joaquín Guzmán López, uno de los hijos del Chapo Guzmán, en Texas, por significar un golpe a la cúpula del cartel de Sinaloa, que describió como “una de las empresas más mortales del mundo”.
Ambos líderes narcotraficantes fueron detenido el jueves en un operativo en un pequeño aeródromo cercano a El Paso (Texas) y serán imputados por fabricación de drogas y manejo de redes de narcotráfico.
“Demasiadas vidas de nuestros ciudadanos se han perdido ante el azote del fentanilo. Demasiadas familias se han roto y están sufriendo por esta droga destructiva. Mi administración continuará haciendo todo lo posible para que los narcotraficantes rindan cuentas y para salvar las vidas de los estadounidenses”, indicó Biden.
“Quiero alabar el trabajo de nuestros funcionarios del orden, quienes ejecutaron este arresto, por su continuado trabajo para que el cártel de Sinaloa se enfrente a la Justicia“, aseguró el mandatario.
Estados Unidos detuvo en Texas este jueves a Ismael ‘el Mayo’ Zambada, líder y cofundador del Cartel de Sinaloa, quien era buscado por las autoridades estadounidenses desde hace décadas y tenía una recompensa de 15 millones de dólares, según el Departamento de Justicia.
Junto a Zambada se arrestó a Joaquín Guzmán López, uno de los hijos de Joaquín ‘el Chapo’ Guzmán.
El Fiscal General de Estados Unidos, Merrick Garland, indicó hoy en unas declaraciones en vídeo que ambos detenido comparecerán ante un juez en los próximos días.
Garland dijo que Zambada se enfrenta a cargos de tráficos de diversas drogas, así como delitos de tráfico de armas, lavado de dinero y de asesinato y secuestro, mientras que Guzmán López tendrá que responder a cargos de tráfico de cocaína, fentanilo, heroína y metanfetaminas.
El Fiscal General aseguró que no van a descansar hasta que aquellas organizaciones criminales y sus líderes que “envenenan a nuestras comunidades” respondan ante la Justicia.
EFE