Brian Chesky es un empresario estadounidense que revolucionó el mercado del hospedaje al cofundar la aplicación de alojamientos Airbnb. Su plataforma permite que las personas puedan alquilar sus propiedades o sus habitaciones para el alojamiento de turistas. Su programa es utilizado por más de 5 millones de anfitriones y más de 1.500 millones de usuarios que buscan arrendar.
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El comienzo de 2024 fue el más fructífero de la empresa porque lograron tener un beneficio neto de 264 millones de dólares. Este monto significó un incremento del 126% con respecto al mismo periodo del año pasado. Chesky agregó: “hemos registrado el mejor primer trimestre de nuestra historia, con 133 millones de noches y experiencias reservadas, junto con un crecimiento de la oferta de dos dígitos en todas las regiones.
El cofundador y CEO de Airbnb describió que el crecimiento de alojamientos activos fue de un 15% en comparación con el comienzo del año anterior. Además de que las regiones con mayor desarrollo fueron Asia Pacifico y América Latina.
La historia de Brian Chesky y cómo cofundó Airbnb
El estadounidense nació en Nueva York, el 29 de agosto de 1981. Se enamoró del arte, la arquitectura y los bocetos. Sus intereses lo llevaron a estudiar diseño industrial en la Escuela de Diseño de Rhode Island, de la que se graduó en 2004. Pero su idea millonaria llegaría tres años más tarde.
Chesky vivía en San Francisco junto al otro cofundador de Airbnb, Joe Gebbia. Ambos luchaban para poder costear el alquiler de su departamento, pero encontraron la manera de generar un ingreso extra. Brian notó que los hoteles de la ciudad estaban agotados por una conferencia que iba a haber y decidió alquilar una de sus habitaciones. Colocó unos colchones inflables, recibió a tres huéspedes y les dio desayuno. Posteriormente llamó a este negocio Airbed and Breakfast.
Posteriormente sumaron a su amigo en común, Nathan Bleacharczyk, al equipo para que los ayude a perfeccionar el concepto de negocio desde el diseño de la página web hasta los estudios de mercado. Al comienzo no consiguieron inversores y mantuvieron su negocio con ventas de cereales. Hasta que en 2009 fueron invitados a unirse a la aceleradora de starups, Y Combinator. Esto le generó el capital para operar pero también les dio credibilidad y exposición.
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