Descubren una cueva subterránea en la Luna que podría ser una base ideal para exploradores

Descubren una cueva subterránea en la Luna que podría ser una base ideal para exploradores

Impresión artística de la fosa lunar del Mare Tranquillitatis, que esconde un conducto cavernoso accesible de decenas de metros de longitud. Fotografía Nasa

 

Investigadores encuentran evidencia de una importante cueva subterránea en la Luna a la que se puede acceder desde la superficie, lo que convierte al lugar en una ubicación privilegiada para construir una futura base lunar.

Por clarin.com

Parece que se puede acceder a la cueva desde un pozo abierto en el Mare Tranquillitatis (Mar de la Tranquilidad), la antigua llanura de lava donde los astronautas del Apolo 11 Neil Armstrong y Buzz Aldrin pisaron por primera vez la Luna hace más de medio siglo.

El análisis de los datos de radar recopilados por el orbitador de reconocimiento lunar (LRO) de la NASA reveló que el pozo Mare Tranquillitatis, el pozo más profundo conocido en la Luna, conduce a una cueva de 45 metros de ancho y hasta 80 metros de largo, una superficie equivalente a 14 canchas de tenis. La cueva se encuentra a unos 150 metros bajo la superficie.

Lorenzo Bruzzone, de la Universidad de Trento en Italia, dijo que la cueva era “probablemente un tubo de lava vacío”, y agregó que tales características podrían servir como hábitats humanos para futuros exploradores, ya que eran “un refugio natural contra el duro ambiente lunar”.

Hace más de una década, los orbitadores lunares detectaron por primera vez fosas en la Luna. Se cree que muchas de ellas son “tragaluces” que se conectan con cuevas subterráneas, como tubos de lava, túneles subterráneos gigantes que se forman a través de procesos volcánicos.

Estas cuevas podrían formar la base de una base lunar o un refugio lunar de emergencia porque la temperatura es relativamente estable en el interior y los astronautas estarían protegidos naturalmente de los dañinos rayos cósmicos, la radiación solar y los micrometeoritos.

Las imágenes anteriores tomadas por el LRO mostraban que el fondo del foso Mare Tranquillitatis estaba cubierto de rocas de hasta 10 metros de ancho. Pero no estaba claro si el foso estaba cerrado o servía como punto de entrada a una cueva subterránea, como un tubo de lava cuyo techo se había derrumbado.

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