Un pueblo sin miedo, por Rafael Veloz García @Rafaelvelozg

Un pueblo sin miedo, por Rafael Veloz García @Rafaelvelozg

El director técnico de la Vinotinto del fútbol, el argentino Fernando “Bocha” Batista comentaba, cito: “Teníamos primero que creer en nosotros. El gran rival de Venezuela era la propia Venezuela. Si nosotros partimos de ahí íbamos a respetar a todo el mundo, pero miedo no le íbamos a tener a nadie”. Igualmente vale recordar lo dicho por Franklin Delano Roosevelt, en su discurso al asumir la presidencia de los Estados Unidos, el 4 de marzo de 1933: “Lo único a lo que debemos tenerle miedo es al propio miedo”. Estas dos expresiones sirven de puntos de apoyo a un aspecto resaltante e importante que justifican plenamente el título y el contexto de este artículo que hoy les ofrecemos, por ser un principio aplicable a toda actividad de la vida.

Voy al fondo del asunto. En Venezuela se ha construido un sistema de control y un terrorismo de Estado en estos 25 años, donde los Poderes Públicos han sido absolutamente penetrados y secuestrados, por lo que ha resultado heroico desarrollar la política y procurar por medios democráticos derrumbar el muro de la autocracia. Y es lo que hoy estamos haciendo sin miedo.

El proceso electoral es una oportunidad para desarrollar esta transición en la cual nosotros nos encontramos, porque facilita la movilización y desafía a un sistema al cual enfrentamos.





Para los ciudadanos de Caracas la vara estaba alta en lo que han sido las expresiones de calle, porque lo que desarrolló María Corina Machado en el oriente del país, en Mérida, Táchira, etc., era difícil de superar. Sin embargo, la unión del liderazgo de María Corina y de nuestro candidato presidencial, Edmundo González, ha provocado una importante y creciente movilización en la calle, a pesar de los focos de inhibición que nos colocan.

¿Qué vimos en el simulacro del pasado domingo? Pues que no se ejerció el control social por la vía de las bolsas Clap u otros tipos de mecanismos. El mandado fue hecho por las fuerzas policiales y militares que ejercieron presión para sembrar la intimidación en los ciudadanos con respecto al tema del voto, ¿Preludio de lo que harán el 28 de julio? Quizás… Sin embargo, a pesar de estás circunstancias y de otras que se han presentado, como la persecución y encarcelamiento de disidentes, hay dos expresiones que establecen una fortaleza del pueblo venezolano que está moralizado: una es que el 28 de junio fue el primer día para entregar la identificación de nuestros testigos, que ya estaban clasificados, verificados y en parte adiestrados. Y ese primer día se pudo consignar el 98.3% de todo el padrón electoral, a pesar de toda la dinámica creada para facilitarle el camino a los agentes de Nicolás Maduro. Esta expresión de organización y de moralidad del pueblo venezolano no había ocurrido en procesos anteriores después de la caída de Marcos Pérez Jiménez, el 23 de enero de 1958. Y el otro factor moralizador es la masiva presencia en las calles, como la ocurrida este 4 de julio en Caracas, con motivo del inicio de la Caravana de la Libertad, que representa el candidato presidencial unitario Edmundo González, en el marco del comienzo a su vez de la campaña electoral en forma oficial.

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Cada vez es más evidente el incontenible deseo de cambio del pueblo venezolano. A pesar de que el sistema está cada vez más agresivo con la persecución y la detención de opositores, los venezolanos han demostrado que no tienen miedo ni permitirán que esto los haga perder el foco. Estamos preparados y se observa que por ser un viejo guión de quien ocupa la silla de Miraflores, esto no provocará desánimo. Eso sí, tenemos que estar atentos y ser disciplinados, por lo que se impone esperar las instrucciones de nuestros líderes en este sentido.

Los técnicos nuestros, que están muy bien preparados, han anunciado que debemos tener consciencia que gracias al control ejercido por todo el equipo de defensa del voto 600K, se determinó de manera transparente la auditoría de configuración de las máquinas de votación para así preservar la identidad de los electores. Algo esencial en democracia y sobre todo en un proceso como el que tenemos a la vuelta de la esquina (faltan tan solo 23 días).
No puedo culminar sin expresar mi repudio por las detenciones arbitrarias efectuadas este jueves, en el inicio de la campaña para las elecciones del 28 de julio. Se trata de los arrestos infundados sufridos por Aldo Rosso e Ignacio Monique. El primero, un líder importante de la parroquia El Valle de Voluntad Popular y el segundo del municipio Plaza el estado Miranda, también de Voluntad Popular. Ellos se unen al dirigente juvenil del estado La Guaira, Jeancarlos Rivas, igualmente de la tolda naranja y quien fue detenido el 14 de junio, tras haber participado en una actividad de campaña electoral.

Sepan que esto lo está viendo el mundo, que tiene su vista puesta en las elecciones en Venezuela. De hecho, el Alto Comisionado de las Naciones Unidas, Volker Türk, denunció el miércoles con preocupación el aumento de la persecución política en el país y afirmó que su despacho ha tenido conocimiento de al menos 38 detenciones arbitrarias. Pero las cifras son mayores, como documentó la ONG Acceso a la Justicia, que reportó 46 detenciones arbitrarias por razones políticas en los primeros seis meses del año. Con el encarcelamiento de Rosso y Monique la cifra se elevó al menos a 48. Nada ganarán con eso, porque esas arremetidas no impedirán la avalancha de votos a favor del candidato unitario, Edmundo González Urrutia, el 28 de julio.

A pesar de las dos últimas detenciones de activistas de Voluntad Popular, la organización política naranja en unión a la Plataforma Unitaria Democrática y de la sociedad civil dieron una expresión extraordinaria de movilización pacífica en las calles este 4 de julio, en la que un pueblo sin miedo ratificó a viva voz sus deseos de libertad y democracia en el inicio de la campaña electoral presidencial en la ciudad de Caracas.

 


Dr. Rafael Veloz García, diputado a la Asamblea Nacional y al Parlasur electo en 2015, expresidente de la Federación Interamericana de Abogados (FIA); miembro de la dirección nacional de Voluntad Popular.