Cómo usar el lenguaje corporal para ser persuasivo y establecer límites de manera inteligente

Cómo usar el lenguaje corporal para ser persuasivo y establecer límites de manera inteligente

Alba Cardalda, psicóloga especializada en psicoterapia cognitivo-conductual y terapia breve, ofrece estrategias efectivas para superar dificultades comunicativas y mejorar relaciones personales y familiares.

 

 

 

En el complejo mundo de las relaciones humanas, la comunicación asertiva y el establecimiento de límites son fundamentales para mantener la salud emocional y mejorar la calidad de nuestros vínculos.

Milagros Hadad

Estos temas, a menudo subestimados, juegan un papel crucial en la resolución de problemas comunes y en la construcción de relaciones más sanas y equilibradas. A través de la asertividad, podemos expresar nuestras necesidades y deseos de manera honesta y empática, enfrentando así los desafíos que surgen en nuestras interacciones cotidianas.

En este episodio de La Fórmula Podcast, exploramos con la psicóloga Alba Cardalda, autora del libro “Cómo mandar a la mierda de forma educada”, las estrategias efectivas y las soluciones prácticas para superar las dificultades comunicativas y transformar nuestras relaciones personales. El episodio completo podés encontrarlo en Spotify y YouTube.

Alba es psicóloga especializada en psicoterapia cognitivo-conductual, terapia breve y estratégica, y neuropsicología. Con más de una década de experiencia en el campo, se dedica a la terapia infanto-juvenil y a la atención de adultos, tanto en sesiones individuales como en terapia de pareja y familiar. A través de sus redes sociales, ofrece valiosos consejos y estrategias para mejorar el bienestar diario de sus cientos de miles de seguidores, compartiendo su experiencia y conocimientos.

— ¿Qué encontraste en el tema límites que no estaba resuelto y te lleva a escribir tu libro “Cómo mandar a la mierda de forma educada”?

— Me fui dando cuenta de que la gran mayoría de personas que venían a terapia, todas las dificultades que tenían en sus relaciones, tenían que ver con el no saber comunicar lo que necesitaban, lo que querían, lo que les molestaba, no saber establecer esos límites y no porque no se dieran cuenta o no se les ocurriera, sino que la manera que tenían, el cómo decirlo, no era la adecuada. A partir de ahí, empecé a darme cuenta de que esto era un problema muy generalizado. Hay gente que realmente no se da cuenta de que están traspasando límites o no saben identificar cuáles son los propios, pero hay gente que sí se da cuenta que hay cosas que les molesta, que no les gusta, que necesita o que le gustaría que hicieran sus amigos, su pareja, su familia, pero no saben cómo comunicarlo.

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