Una mujer que sufría violencia de género por parte de su expareja fingió llamar a un delivery para pedir ayuda a la policía porque su agresor estaba en la casa. Los agentes llegaron al lugar y arrestaron al hombre que tenía una orden de restricción que le impedía acercarse a la víctima.
Por: TN
El hecho ocurrió el pasado domingo 16 de junio en Paranavaí, Brasil. La mujer buscó la manera de pedir ayuda sin alertar a su atacante, para impedir que tome reprimendas o se escape antes de la llegada de los efectivos.
El agente Carlos Eduardo Silva, que participó del operativo, dijo que la sensibilidad del empleado que atendió el teléfono fue fundamental para ayudar a la víctima de violencia. Ya que enseguida se dio cuenta de que la denunciante no se había confundido de teléfono, sino que estaba pidiendo ayuda de manera secreta.
“Esta solicitante pidió una pizza y él le explicó que era un número de emergencia. Ella insistió en que quería una pizza y él ya entendió que era un grito de auxilio. Le pidió que si la estaban atacando, que dijera que quería una pizza con relleno y ella dijo que quería una pizza con mucho relleno. Inmediatamente envió al equipo”, reveló a medios locales.
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