Desde finales de mayo, un acto vandálico disfrazado de acción gubernamental comenzó a borrar la obra del maestro del arte cinético, Carlos Cruz-Diez. Autoridades anónimas decidieron cubrir con pintura gris el icónico Muro de Color Aditivo, una joya artística que desde 1972 adorna Caracas con sus 1.3 kilómetros de longitud.
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Esta intervención, realizada sin anuncio ni explicación, generó una oleada de indignación y tristeza entre los ciudadanos que ven cómo una pieza fundamental de su patrimonio se desvanece bajo una capa de indiferencia.
Desde finales de mayo, autoridades (se desconoce cuáles) están cubriendo con pintura gris el Muro de Color Aditivo (1972) del artista Carlos Cruz-Diez en Caracas. La obra mide 1.3 km. Se desconoce si será restaurada. Su desaparición atentaría contra el patrimonio nacional. pic.twitter.com/cFox24qIDf
— Tony Frangie Mawad (@TonyFrangieM) June 7, 2024
La desaparición del Muro de Color Aditivo no es un caso aislado. El patrón de destrucción y negligencia hacia el legado de Cruz-Diez ya tiene precedentes dolorosos. En octubre de 2005, el alcalde del municipio Vargas decidió demoler otra intervención urbana del artista, el Muro de Inducción Cromática, creado en 1989 en La Guaira. Aquel muro, también víctima del deterioro, fue reemplazado por rejas anodinas que pretendían evocar el oleaje marino, pero que solo lograron sepultar bajo el olvido una obra que había sido testigo mudo de la vida cotidiana de miles de venezolanos.
No sería primera vez que las autoridades destruyen una intervención urbana del artista en Venezuela. En octubre del 2005, el alcalde del municipio Vargas demolió el también decaído Muro de Inducción Cromática (1989) de La Guaira. Este fue reemplazado por rejas alusivas al oleaje. pic.twitter.com/HtrAxc3zXX
— Tony Frangie Mawad (@TonyFrangieM) June 7, 2024