La policía de la localidad septentrional china de Bayannur cree haber resuelto un caso de homicidio múltiple que llevaba paralizado más de tres décadas, gracias al descubrimiento e identificación de los restos de un fugitivo buscado desde 1991.
Las autoridades de Bayannur fueron alertadas el pasado octubre sobre el hallazgo de un cadáver en avanzado estado de descomposición en una vivienda abandonada, recoge este martes el diario local The Paper.
Tras una investigación, dificultada por el largo tiempo transcurrido desde el fallecimiento del sospechoso, se determinó recientemente que los restos pertenecían a un hombre de unos 60 años.
Las autoridades, que descartaron la posibilidad de un asesinato reciente y concluyeron que no existían signos de lucha en los alrededores del lugar, identificaron al difunto como un miembro de una familia de la localidad de Linzhou, en el centro del país.
Más adelante, las pruebas de ADN confirmaron que el cuerpo era de un hombre apellidado Huang, un fugitivo supuestamente implicado en múltiples homicidios en 1991, si bien las autoridades no han facilitado más detalles sobre los crímenes ni el número de estos que se le achacan.
Tecnologías como las de análisis de ADN o el reconocimiento facial han ayudado en los últimos años en China a resolver numerosos casos de desapariciones, homicidios o secuestros que llevaban años atascados. EFE