Olmedo López, el exdirector de la UNGRD, sabe que confesar la verdad sobre el escándalo de corrupción que enreda a funcionarios del Gobierno Petro y a congresistas es “peligroso” y cree que lo pueden matar. López militó durante 32 años en la Alianza Democrática M-19, de hecho, carga un carné envejecido que lo acredita como concejal a nombre de esa colectividad cuando solo tenía 18 años. El hoy presidente Gustavo Petro y otros salpicados en el escándalo fueron sus compañeros de lucha. Por esa razón, está convencido de que para ellos lo suyo es una “traición”. López cita de memoria una frase de Fidel Castro: “Conozco el monstruo porque viví en sus entrañas”.
Por Semana
En la conversación previa a la entrevista, López se veía tan temeroso que, mientras transcurría el diálogo con la directora de SEMANA, Vicky Dávila, por momentos prefería responder escribiendo solo palabras clave en una hoja en blanco. Al mencionarle la furia del ministro del Interior, Luis Fernando Velasco, escribió que ese funcionario estaba “preocupado”. Luego anotó otra palabra que se convirtió en fundamental en la entrevista, “Manzur”, en referencia al presidente de la Comisión de Acusación de la Cámara, Wadith Manzur, del Partido Conservador.
Solo pasaron unos segundos y, apoyándose en la mesa, también escribió: “Contratos”. Ante la insistencia de la periodista, López miró la hoja y, con una letra reteñida, volvió a redactar: “¿Órdenes de quién?”. Y apareció otra palabra: “Cónclave”.
¿La razón? Según López, la corrupción del Gobierno Petro en la UNGRD se orquestó en un pequeño círculo de poder que hacía los planes, tomaba las decisiones y le daba órdenes a él. Dicho “cónclave”, de acuerdo con López, estaba conformado por varios ministros y otros altos funcionarios. Cada vez que a López se le mencionaba el nombre del presidente, se le aguaban los ojos. Así empezó la explosiva entrevista con SEMANA.
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