La vida de Arturo Vásquez no ha corrido por los carriles convencionales, tan es así que nació en Venezuela, vivió por largas temporadas en Inglaterra -donde llegó a obtener la ciudadanía británica-, y actualmente reside en Miami. Al parecer, esta búsqueda de la diferenciación cuenta también en lo profesional: ocurre que Vázquez es director de Fotografía y director de cine y en estos días tiene entre manos dos proyectos que salen de lo usual; son trabajos audiovisuales que tienen un carácter social, de ayuda a la infancia.
Por Erwin Pérez | El Nuevo Herald
El cineasta participó en un equipo que busca niños desaparecidos en Estados Unidos, que tristemente son más de lo imaginable e hizo una película centrada en el sistema de “foster care” o cuidado de crianza, por el cual hay familias que adoptan temporalmente a pequeños en situación de abandono. “Como director veo la oportunidad de capturar visualmente la profundidad emocional de estas historias y destacar un aspecto que frecuentemente es pasado por alto en nuestra sociedad”, comenta Vásquez en cuanto al largometraje, pero con un sentido que también puede abarcar al tema de los niños extraviados.
El primero de estos recientes trabajos del peculiar artista se titula “The Missing Review”, que se traduce en algo así como “La reseña perdida”. Consiste en una iniciativa patrocinada por la fundación miamense Amigos for Kids y la agencia de publicidad República Havas, mediante la cual se tomaron los cinco estados con más casos de menores desaparecidos en el país (Florida, Nueva York, California, Texas y Ohio). Según la organización www.missingkids.com, cada 40 segundos desaparece un niño en nuestro país. Vásquez dirigió a un equipo de profesionales que se valieron de dos plataformas de gigantesco alcance en las que las personas consignan reseñas sobre productos o lugares: Google y Yelp.
El equipo de “The Missing Review” debió usar el ingenio para hacerse visible allí, publicando las “alertas” con las fotos y datos de los desaparecidos. Cuando ponían las imágenes normales las publicaciones eran borradas automáticamente por Google y Yelp, por lo cual a través de inteligencia artificial y otros métodos Vásquez y sus compañeros insertaron detrás de los rostros de los niños buscados imágenes de las ciudades en que se esfumaron. Con esta acción se producía una publicación más tradicional y se evitaba la eliminación del contenido. Esto comenzó a implementarse en febrero y ya ayudó a encontrar a 64 chicos y chicas que estaban en paradero desconocido. En ocasiones los menores son secuestrados para ser usados en el mundo del tráfico sexual.
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