Las diferencias entre sus hijas hicieron dudar a californiana de su maternidad, pero la verdad era otra

Las diferencias entre sus hijas hicieron dudar a californiana de su maternidad, pero la verdad era otra

Tatiana y Mariah, las hermanas e hijas de Edith García

 

Edith García, de 33 años, vive en California, Estados Unidos. Y su historia es particular. De ascendencia latina, en 2014 nació su hija Tatiana. Pero al ver que era muy diferente a los padres, Edith puso en duda hasta su propia maternidad. Luego, claro, pudieron aclarar la particular situación.

Por Clarín 





Ella y su esposo Raúl no tenían idea de que ambos eran portadores del gen del albinismo, y al principio estaban asombrados por la apariencia de su hija. “Cuando Tatiana nació, todo lo que pude ver fue a esta niña de piel muy clara y cabello rubio, no sabía qué pensar”, dijo Edith.

“Por una fracción de segundo, miré a mi esposo y me pregunté qué había hecho, pero claramente, no funciona de esa manera. Así que naturalmente, cuestioné mis propias decisiones”, contó la mujer.

“Personalmente, lo encuentro gracioso porque sé que ninguno de nosotros habría hecho algo así, pero cuando miras a un bebé rubio que sale de una madre méxico-americana, te hacés pregunta”.

El albinismo es una enfermedad caracterizada por la ausencia de pigmentación en la piel, el cabello y los ojos. También produce una visión deficiente y una percepción de la profundidad, así como movimientos oculares involuntarios y sensibilidad a la luz.

La afección es causada por la herencia de genes que se encuentran “dormidos”, lo que significa que los padres pueden portar el gen sin verse afectados por él. “Después de nacer Tatiana, mi madre le preguntó a mi abuelo si conocía a algún pariente y le confirmó que los había, pero al menos cinco generaciones atrás”, dijo Edith.

“El lado de mi marido era similar, primos lejanos pero no lo suficientemente cercanos como para conocer las posibilidades”. Edith dice que Tatiana no está muy preocupada por la gente que se da cuenta de la particular apariencia de la niña. “Ella sabe que es especial”, resumió.

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