El rey británico retomó su agenda oficial este pasado martes visitando un centro de tratamiento de cáncer, donde habló con otros enfermos
Tras varios meses sin agenda pública, Carlos III retomó este martes su compromiso público con una cita doblemente especial. En esta esperada reaparición, el rey británico visitó un centro de tratamiento de cáncer con el objetivo de concienciar sobre la importancia de realizar un diagnóstico temprano de esta enfermedad que él mismo padece. Acompañado de su mujer, la reina Camila, generó una gran expectación durante esta jornada en la que mostró su lado más jovial y cercano, pues no dudó en charlar con algunos de los pacientes para conocer de cerca sus historias.
Por Infobae
Durante unos instantes dejó a un lado su rol de monarca y se convirtió en uno más, pues también habló de su propia historia, desvelando detalles hasta ahora desconocidos. “Siempre es un poco impactante, ¿no? Cuando te lo dicen”, se sinceró con uno de los enfermos, revelando así que la noticia fue una sorpresa para él.
Además, Carlos se acercó a algunas personas que estaban recibiendo su tratamiento y, en un gesto de lo más sincero, compartió que él mismo tenía cita un rato después. “Yo tengo mi tratamiento esta tarde también”, aseguró, cuidándose en no desvelar cuál es el tipo de cáncer que padece.
Pero la pregunta que más se repitió durante la jornada, y a la que respondió sin problemas y con una sonrisa en los labios era la de cómo se encuentra él tras estos meses de ausencia pública de casi tres meses. “Estoy bien, muchas gracias, no demasiado mal”, afirmó en un tono optimista. A cambio de su sinceridad, el hijo de la recordada Isabel II recibió muchos deseos de ánimo de los pacientes, que saben mejor que nadie cómo se encuentra y por lo que está pasando. Algunos también le trasladaron estos mensajes a su nuera, Kate Middleton, que padece la misma enfermedad.
Tal y como desveló Mirror, citando a una fuerte de la casa real, con esta visita al Macmillan Cancer Centre el rey pretende mandar un mensaje de que “el cáncer no da miedo” y que “las personas pueden seguir viviendo una vida plena durante el tratamiento, no solo después”. El monarca también querría demostrar que el cáncer afecta no solo al paciente sino “a todos los que le rodean”.
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