El número de muertos al desbordarse este lunes en el sur de Kenia un río que arrasó cientos de casas y vehículos ascendió de 45 a al menos 71, confirmó este martes el vicepresidente keniano, Rigathi Gachagua, mientras el país afronta desde hace semanas fuertes lluvias y devastadoras inundaciones.
“Tenemos 46 personas en la morgue, pero se están llevando más cuerpos allí, así que serán alrededor de unos 71. Hay muchas otras (personas) que siguen desaparecidas y la búsqueda continúa“, declaró a una emisora de radio local Gachagua; y las cifras de fallecidos fueron confirmadas también por la gobernadora del condado de Nakuru, Susan Kihika, donde sucedió la tragedia.
Las autoridades habían informado inicialmente de que el desastre se produjo porque los muros de la presa Dark Tunnel Valley, situada en las colinas de Kijabe, reventaron, pero el Ministerio de Agua, Irrigación y Saneamiento desmintió a última hora del lunes esa versión, al atribuir el desastre al bloqueo de un túnel.
El conducto, que debía canalizar las aguas del río Tongi bajo una vía de tren, quedó bloqueado por los escombros, las rocas, los troncos y la tierra deslizados por las fuertes precipitaciones que han golpeado al país, lo que causó el desbordamiento del río y algunos de sus afluentes.
“Debido a la fuerza y la presión ejercidas, el agua arrasó la vía ferroviaria y empezó a moverse río abajo a una velocidad y una rapidez muy altas, lo que causó destrucción de propiedad y pérdida de vidas a las personas que vivían río abajo”, señaló en un comunicado el Ministerio.
La tragedia se cebó especialmente con la localidad de Kamuchiri, cerca de la ciudad de Mai Mahiu.
Según detallaron las autoridades este lunes, más de 110 personas fueron rescatadas del barro -aunque se teme que haya más atrapadas- y trasladadas a hospitales locales por voluntarios de la Cruz Roja y los servicios de emergencia de Nakuru.
“Me desperté sumergido en el agua alrededor de las 3 de la madrugada (00:00 GMT). Las paredes de la casa se habían derrumbado. Mi familia y yo estábamos flotando en el agua“, declaró uno de los afectados, William Lokai, de 43 años, al diario local ‘The Standard’.
El incidente provocó también el corte de la carretera principal que une Nairobi con Mai Mahiu, repleta de rocas, barro y troncos.
El ministro keniano del Interior, Kithure Kindiki, situó este martes en 169 el número total de muertos en el país a causa de las inundaciones durante el último mes, una cifra que no incluye la última actualización de fallecidos el lunes.
“Un total de 91 personas están desaparecidas actualmente. Mai Mahiu representa 53 de estas personas desaparecidas mientras (el condado de) Garissa (este) ha reportado 16 personas desaparecidas“, señaló el Ministerio en un comunicado recogido por medios locales.
Asimismo, alrededor de 190.942 kenianos se han visto afectados por las inundaciones y cerca de 150.500 se han visto obligados a abandonar sus hogares, mientras se han registrado al menos 102 heridos.
Frente a esta crisis, el Ministerio de Educación de Kenia pospuso este lunes una semana, hasta el 6 de mayo, el inicio del segundo trimestre en las escuelas públicas de educación primaria y secundaria.
Las precipitaciones torrenciales han dañado numerosas infraestructuras en todo el territorio nacional, como puentes y carreteras.
Además de Kenia, otros países de África oriental, incluidos Tanzania, Burundi y la República Democrática del Congo (RDC), también se han visto afectados negativamente por las inundaciones.
El primer ministro de Tanzania, Kassim Majaliwa, elevó el pasado jueves de 66 a 155 el número de personas muertas en el país en lo que va de abril por las fuertes lluvias e inundaciones intensificadas por el fenómeno meteorológico de El Niño.
El Niño es un cambio en las dinámicas atmosféricas ocasionado por el aumento en la temperatura del océano Pacífico.
Estas inundaciones llegan después de la peor sequía registrada en el Cuerno de África en las últimas cuatro décadas, una falta de agua que dejó en 2023 a la vecina Somalia al borde de la hambruna y con 6,6 millones de personas en inseguridad alimentaria aguda, según la ONU. EFE