Un avión de patrulla marítima de la Armada estadounidense sobrevoló este miércoles el Estrecho de Taiwán, pocas horas después de que los titulares de Defensa de China y de EEUU mantuvieran una conversación en la que Pekín advirtió a Washington sobre la “naturaleza sensible” de la cuestión taiwanesa.
La Séptima Flota de la Armada de Estados Unidos indicó en un comunicado que el avión de reconocimiento y patrulla marítima P-8A Poseidón sobrevoló el Estrecho este miércoles hora local.
“Al operar dentro del Estrecho de Taiwán de acuerdo con el derecho internacional, Estados Unidos defiende los derechos y libertades de navegación de todas las naciones“, afirmó el organismo en un comunicado.
“El tránsito del avión por el Estrecho de Taiwán demuestra el compromiso de Estados Unidos con un Indo-Pacífico libre y abierto“, agrega.
En respuesta, el Comando del Teatro Oriental del Ejército chino informó de que despachó cazas para monitorear el sobrevuelo del avión estadounidense, “manejando la situación de acuerdo con la ley“.
“Las fuerzas del Teatro se mantienen en alta alerta y están preparadas para defender firmemente la soberanía nacional de China así como la paz y la estabilidad regional“, dijo un portavoz del comando, recoge la prensa local.
El P8-A Poseidón puede realizar misiones de patrulla marítima, reconocimiento y guerra antisubmarina con una autonomía de más de 8.000 kilómetros.
Este tipo de aeroplano ya ha sobrevolado las mismas aguas en otras ocasiones, provocando la condena de Pekín en todas ellas.
El tránsito se produce después de que el secretario de Defensa de Estados Unidos, Lloyd Austin, y el ministro chino de Defensa, Dong Jun, mantuvieran una llamada telefónica en la que el estadounidense aprovechó para subrayar la “importancia del respeto a la libertad de navegación” en el mar de la China Meridional, donde Pekín mantiene disputas territoriales con varios países.
No obstante, el jefe del Pentágono reiteró su apoyo al principio de “una sola China” que significa que el único Gobierno chino al que reconoce Washington es el que tiene sede en Pekín, lo que le aleja de las aspiraciones independentistas de Taiwán.
A cambio de reconocer ese principio, sin embargo, Estados Unidos firmó el Acta de Relaciones de Taiwán de 1979, que compromete al país con la defensa de la isla, aunque no deja claro si la potencia intervendría en caso de ataque chino en una política conocida como “ambigüedad estratégica“.
Por su parte, Dong afirmó que la cuestión de Taiwán “es el núcleo de los intereses esenciales de China” y manifestó una postura firme contra cualquier actividad separatista de Taiwán y “el apoyo externo” a estas acciones.
Taiwán -adonde se retiró el ejército nacionalista chino tras la derrota a manos de las tropas comunistas en la guerra civil- se ha gobernado de manera autónoma desde 1949, aunque China reclama la soberanía sobre la isla, a la que considera una provincia rebelde para cuya “reunificación” no ha descartado el uso de la fuerza. EFE