Cómo duermen las personas en América Latina y cuáles son los mandamientos para lograr un descanso reparador

Cómo duermen las personas en América Latina y cuáles son los mandamientos para lograr un descanso reparador

Según los Institutos Nacionales de Salud de EE. UU., la cantidad y calidad del sueño varían según la edad (Getty)

 

Dormir bien no es solo un placer: es una necesidad biológica fundamental para el correcto funcionamiento del organismo. Es que el sueño es un proceso activo en el que ocurren dinámicas de reparación y regeneración celular que son cruciales, además de ser el momento en el que el cuerpo descansa y se prepara para enfrentar otro día.

Por infobae.com





Por lo tanto, no se trata solo de pasar horas en la cama, sino de alcanzar un descanso profundo y reparador. Los Institutos Nacionales de Salud de Estados Unidos (NIH, por sus siglas en inglés) plantean que hay “varias actividades vitales que ocurren durante el sueño, que ayudan a las personas a mantener un buen estado de salud y permiten que el cuerpo funcione de manera óptima”.

“La cantidad de horas de sueño necesarias varía según la persona y cambia a lo largo del ciclo de vida. La mayoría de los adultos necesita entre 7 y 8 horas de sueño cada noche. Los recién nacidos, por otro lado, duermen entre 16 y 18 horas al día, y los niños en edad preescolar duermen entre 11 y 12 horas al día. Los niños y adolescentes en edad escolar necesitan, por lo menos, 10 horas de sueño todas las noches”, siguen desde los NIH. Y advierten que no sólo importa la cantidad de horas que usted duerme, sino también la calidad del sueño.

México, Brasil y Argentina, una muestra sobre cómo duermen las personas en Latinoamérica

En 2023, Infobae brindó a sus lectores de Iberoamérica —junto con la Fundación Argentina del Sueño (FAS) y la Asociación Argentina de Medicina Respiratoria (AAMR)— una serie de notas acompañadas por un cuestionario médico con el objetivo de identificar el estatus de sueño de la población de la región.

De la iniciativa participaron más de 7.000 lectores de América Latina. Los resultados de la primera encuesta sobre calidad del sueño en América Latina mostraron una radiografía del sueño iberoamericano: el 45% de los participantes mostraron indicadores asociados a un riesgo moderado a alto de padecer apneas del sueño. Esta es “una afección frecuente en la que la respiración se detiene y se reinicia muchas veces durante el sueño. Eso puede impedir que el cuerpo reciba suficiente oxígeno”, según los NIH.

En diálogo con Infobae, el doctor Daniel Pérez Chada, director de la Clínica del Sueño del Hospital Universitario Austral y presidente de la Fundación Argentina del Sueño, quien además lideró el trabajo, destacó: “La sociedad occidental, en su conjunto, está privada del sueño porque todos dormimos menos horas de las deseadas. Esto ocurre a lo largo y ancho del planeta. Probablemente, en la Argentina se den condiciones que favorecen aún más esta pérdida, como son las tensiones sociales, políticas, económicas y laborales, por poner sólo algunos ejemplos”.

“Hoy en día, por el ritmo de vida acelerado, sobre todo en las grandes urbes, dormimos menos y esto nos impide tener un descanso reparador”, indicó Pilar Durán Hernández, profesora de la Facultad de Ciencias de la Universidad de Nacional de México en su Gaceta. En ese sentido, indicó que “los trastornos del sueño se caracterizan por una calidad del dormir no satisfactoria que persiste durante un periodo considerable, afectando la salud al disminuir el sistema inmune, así como procesos cognoscitivos como atención, aprendizaje y memoria. Sin embargo, son prevenibles”, siendo que “los desórdenes son aquellos que nos alteran por cuestiones externas, como sonambulismo, apnea del sueño, somniloquio o hablar mientras dormimos”.

Según Pérez Chada, “un factor importante que interfiere con la conciliación y el mantenimiento del sueño es la exposición a las pantallas y teléfonos celulares. Las personas que no tienen motivos para estar expuestas en horas de la noche a alta luminosidad, tales como razones laborales o profesionales, y pasan muchas horas frente a una pantalla, sufren el efecto que la luz generada por estos dispositivos tiene sobre los mecanismos del inicio y mantenimiento del sueño”.

“Esto ocurre porque el haz de luz llega a una parte de la retina, donde existe un grupo de células ganglionares que se conecta con un núcleo del sistema nervioso central que regula el inicio del sueño. La intensidad de luz en un espectro similar a la luz diurna inhibe a los mecanismos que favorecen la conciliación y mantenimiento del sueño, ya que inhibe la producción de melatonina”, dijo el doctor.

En ese tono, semanas atrás, una encuesta global arrojó que Argentina experimenta un deterioro en los indicadores de percepción de salud. El relevamiento indagó desde diciembre de 2023 a febrero de 2024 a 33.866 personas de 39 países sobre aspectos relacionados con la salud como el estado físico, el peso, el estrés y el sueño.

En Argentina, el 60% de los encuestados tienen una opinión positiva respecto de su propio sueño, evaluándose como un aspecto bueno + bastante bueno de su salud. En cambio, el 36% lo evalúa de forma negativa.

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