Los reyes de Inglaterra, Carlos III y Camila, asistirán a la misa de Pascua del próximo domingo en la capilla de San Jorge del castillo de Windsor, a las afueras de Londres, informó este martes el palacio de Buckingham.
La presencia del monarca en la misa estaba en duda ya que se somete actualmente a un tratamiento del cáncer que le fue diagnosticado a principios de año durante una intervención para tratar un agrandamiento benigno de la próstata.
Esta asistencia del jefe de Estado británico es considerada la más importante desde que comunicó que estaba siendo tratado de cáncer.
La residencia oficial de la familia real confirmó la presencia de Carlos III en la misa después de que su nuera, la princesa de Gales, anunciase el pasado viernes a través de un vídeo grabado que se somete a sesiones de quimioterapia preventiva después de que se le detectase cáncer en una operación abdominal el pasado enero.
Otros miembros de la familia real estarán con los reyes en el servicio religioso de Pascua, aunque no está previsto que asistan los príncipes de Gales, Guillermo y Catalina, con sus tres hijos, los príncipes Jorge, Carlota y Luis.
Al igual que su nuera, Carlos III estuvo unos días hospitalizado en la London Clinic, en el centro de la capital británica.
Según explicó en su día, el cáncer se le detectó después de que se hicieran análisis una vez concluida la intervención en la próstata.
De acuerdo con los medios británicos, el rey visitó hasta dos veces a la princesa de Gales durante su hospitalización, pero después se vio obligado a tomarse varios días de descanso en su residencia de campo de Sandringham, en el condado de Norfolk, al este de Inglaterra, aunque continuó atendiendo sus papeles oficiales.
Aunque el rey ha disminuido su trabajo, se le ha visto reunirse con el primer ministro británico, Rishi Sunak, y con excombatientes de la guerra de Corea en el palacio de Buckingham.
La noticia del cáncer de la princesa causó una gran conmoción en el Reino Unido, después de semanas de intensos rumores en las redes sociales sobre su verdadero estado de salud. EFE