SEMANA estuvo en el lanzamiento mundial de Las mujeres ya no lloran, el más reciente álbum de la estrella colombiana. En entrevista exclusiva, habló de su separación, el dolor, sus hijos, su padre y de Colombia.
VICKY DÁVILA: SEMANA está en el lanzamiento mundial del nuevo álbum de Shakira. Gracias, Shakira, por estar con nosotros.
SHAKIRA: Muchísimas gracias a ustedes.
V.D.: Está divina.
SHAKIRA: (Risas) Muchas gracias. Tú también.
V.D.: Muchas gracias (risas). Shakira, ¿cuál es la dimensión real de esa frase que lleva como nombre su nuevo álbum, Las mujeres ya no lloran?
SHAKIRA: Llorar es inherente a la condición humana, todos lloramos, todos necesitamos llorar. Es una función fisiológica y también una necesidad psicológica, emocional. Pero llorar con el libreto en la mano, como nos mandaban llorar antes a las mujeres, “vaya a llorar porque es mujer” y no sé qué, y aceptar el dolor en silencio, esconderlo de los hijos y hacerlo con buenos modales, de una forma agradable y sobria, ¿por qué?
V.D.: Usted decidió hacerlo de otra manera y eso es muy valeroso.
SHAKIRA: Las mujeres hoy en día lloramos si queremos; si no queremos, no lloramos, porque hay que salir adelante, porque hay que echar para adelante, porque hay gente que depende de uno. La manada depende de la loba y si queremos llorar, pues lo hacemos y a nuestra manera, como mejor nos sale. Nadie tiene que decirnos cómo hay que sanar, nadie tiene que decirle a una loba herida cómo tiene que sacar adelante a sus crías y cómo tiene que sobrevivir.
V.D.: Entonces no hay libreto.
SHAKIRA: No. No hay un manual, no vinimos al mundo con un manual de supervivencia y tenemos que hacerlo como mejor nos sale.
V.D.: Su caso es definitivamente ejemplarizante. Hay muchas mujeres que viven lo que usted vivió y que, a lo mejor, ni siquiera han sido capaces de salir de ahí. ¿Qué les dice?
SHAKIRA: Creo que este álbum ha surgido así, a través de un diálogo con mi público, pero también con muchas mujeres que me he encontrado por el camino. A medida que iba sacando canciones, que iba escribiéndolas, que iba creándolas, ha existido ese diálogo. Un diálogo sostenido que ha sido muy sanador. De parte y parte. Creo que esa es realmente una de las cosas de las que me he dado cuenta en este proceso. Sinceramente, tengo un público que no solo me escucha cuando canto, sino que cuando canto también les escucho.
Más detalles en la REVISTA SEMANA