Una beba que nació prematuramente en agosto en el hospital Maggiore de Bolonia, Italia, y pesaba sólo 250 gramos, fue salvada tras terapias, ventilación mecánica y una delicada cirugía ocular y ya se encuentra en casa con sus padres y hermanos.
Por: Clarín
Mario Motta, director del departamento de Neonatología del Resto del Carlino, cuenta su experiencia y la del equipo sanitario que logró el “milagro”.
“La madre tuvo una complicación durante el embarazo, las membranas amnióticas se rompieron prematuramente y en la vigésima séptima semana de edad gestacional, es decir, alrededor de los seis meses y medio, nació el bebé (explica) comenzó el parto y fue sometida a una cesárea”.
“La recién nacida pesó 250 gramos y fue transportada inmediatamente a nuestra unidad de cuidados intensivos neonatales, donde cada año recibimos una media de 25 recién nacidos que pesan menos de un kilo y medio”. Son los llamados “bebés pluma”.
La pequeña, en incubadora, para mantener una temperatura constante entre 36 y 37 grados, no respiraba espontáneamente debido a la inmadurez de sus pulmones y en los primeros días de vida fue necesario soporte ventilatorio mecánico y terapia con fármacos específicos. Luego la ayudaron con oxígeno.
“También prestamos gran atención a la nutrición (explica el neonatólogo) la recién nacida fue alimentada con pequeñas cantidades de leche materna, para mantener el intestino trófico, y con nutrición parenteral intravenosa”.
Puedes leer la nota completa en Clarín