Actualmente son habituales las filtraciones de datos, tanto personales como laborales, que aparecen en la denominada ‘dark web’ como consecuencia de ciberataques y brechas de seguridad que aprovechan los actores maliciosos, sin embargo, hay algunas opciones para conocer si estos se han filtrado, así como medidas para incrementar la seguridad una vez han sido expuestos.
La conocida como ‘dark web’ es un espacio de Internet oculto a los motores de búsqueda estándar. En este, los usuarios pueden ocultar su identidad y ubicación utilizando direcciones IP -que identifican los dispositivos que se están utilizando para la búsqueda- camufladas a las que solo se puede acceder a través de navegadores especializados.
Este término no se debe confundir con la llamada ‘deep web’, que es aquella parte de Internet a la que solo se puede acceder a través de un inicio de sesión o que cuenta con un muro de pago. La mayoría de los servicios de Google, que precisan de una cuenta de usuario -es el caso de Gmail o Drive- o las redes sociales -Facebook, Instagram, TikTok- son ejemplo de ello.
Para acceder al contenido de la ‘dark web’ no se pueden utilizar navegadores como Google o Safari, sino que se puede encontrar en todas aquellas redes que componen la ‘dark web’, conocidas como ‘darknets’, para cuyo acceso es necesario un ‘software’ especializado. Algunas de las más conocidas son The Onion Router (TOR), ZeroNet o I2P.
Según datos ofrecidos por Google la ‘dark web’ solo engloba el 0,1 por ciento del contenido total de Internet. Sin embargo, al ser un espacio que se utiliza para llevar a cabo acciones privadas y de forma anónima, puede resultar en actividades ilegales.
Tanto es así que, comúnmente, se utiliza para evitar a los agentes de la ley y vender información personal robada. Incluso, para otras actividades ilegales como es el narcotráfico o las brechas de seguridad de datos que llevan a cabo los ciberdelincuentes.
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